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Jerez

Los panaderos se desmarcan de la polémica de los contratos basura

  • El gremio suma 70 denuncias en tres años contra los despachos de pan caliente congelado, frente a los que se reivindican "Al precio que venden, no es extraño que haya salarios míseros"

Los panaderos artesanos están cansados de que los confundan con las tiendas que venden pan caliente congelado, caso del establecimiento de la calle Porvera denunciado por UGT por ofrecer contratos de nueve horas de jornada laboral, sin descansos ni vacaciones y por un salario de 500 euros del que, según reza en las denuncias, se descontarían además las piezas de pan que no se llegasen a vender.

El gremio de panaderos lleva años denunciando a este tipo de establecimientos y otros, como las fruterías, donde también venden pan caliente congelado sin tener licencia para ello, pero sus denuncias, hasta ahora, han caído en saco roto por "dejación" de los organismos públicos con competencias en la materia.

En estos términos se expresa el presidente de la Asociación de Fabricantes y Venta de Pan (Afevepan), Daniel Torres, quien recuerda que en los últimos años han presentado decenas de denuncias ante Urbanismo y Sanidad por la competencia desleal de estos puntos de venta con cuya proliferación se desató la guerra del pan y su espiral de precios a la baja que ha provocado el abandono de no pocos panaderos artesanos.

"Primero fue la ya extinta Panisol y ahora es Polvillo". Desde hace tres años se han presentado denuncias contra más de 70 de estos establecimientos, pero las inspecciones sólo se hacen en las panaderías artesanas censadas porque estos puntos de venta no aparecen en los listados oficiales, que para los organismos públicos es "como si no existieran".

"Sanidad y Urbanismo no se mueven para nada, no nos hacen caso. Hemos denunciado que no cumplen las normas sanitarias y que carecen de las licencias necesarias para vender pan, pero mientras a nosotros nos exigen de todo, a estos puntos de venta no les piden nada y ya sólo falta que vendan pan en las farmacias".

Torres desconoce las condiciones laborales de los empleados de este tipo de establecimientos, pero señala que "por el precio al que venden el pan, puedo entender que se ofrezcan salarios míseros", como los de la tienda de Porvera denunciados por el sindicato.

En su negocio, el presidente de los panaderos asegura que "los empleados tienen un salario medio de 1.100 euros -con pagas prorrateadas- y trabajan 40 horas semanales en jornadas de siete u ocho horas. Los fines de semana, si se trabaja el sábado se descansa el domingo y viceversa, tienen vacaciones y jamás se me ha pasado por la cabeza descontar del sueldo el pan que no se vende; sería incapaz de ofrecer algo así porque se me caería la cara de vergüenza".

Torres corrobora que la tienda de Porvera denunciada no es una franquicia de Polvillo, la marca que reza en el rótulo del establecimiento -'Pan de Polvillo'- y que la empresa de origen sevillano permite utilizar a los que le compran la materia prima aunque sean negocios independientes.

La gente asocia el nombre de la empresa con pan barato, y tanto, explica el presidente de la asociación, quien es incapaz de recordar el número de panaderos artesanos que han tenido que abandonar por la imposibilidad de competir con unos precios que están por debajo de los costes, entre ellos, uno que estaba justo enfrente de la panadería bajo sospecha.

Según Torres, "los panaderos artesanos llevamos ocho años sin subir el precio de la barra de pan -oscila entre los 70 y 80 céntimos- pese a que los costes de fabricación se han duplicado. Hay artesanos que pusieron tres barras a un euro, pero al final han tenido que cerrar porque a ese precio el negocio es inviable".

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