El reparto de concejales, como es sabido, se realiza mediante el sistema D´Hont, una fórmula que tiene sus partidarios (las grandes marcas alegan que es el más proporcional) y detractores (los pequeños advierten que favorece a las formaciones mayoritarias).

Eso sí, para poder entrar en el reparto de asientos, los aspirantes tienen que pasar una primera criba. La Ley Electoral establece que las formaciones deben recibir, al menos, el 5% de los sufragios, una máxima que, si no se cumple, supone la eliminación automática. Por lo tanto, en una ciudad como Jerez, ¿cuántos votos necesita un partido para tener, al menos, un edil?.

Todo depende, claro está, de la participación. Manejando el supuesto de que la abstención se sitúe en los márgenes registrados en los dos últimos comicios, que osciló entre el 39 y el 42%, y el ligero incremento que ha tenido el censo en relación con 2011 (podrán votar unos 2.200 jerezanos más), las formaciones necesitarían en torno a 5.000 papeletas para lograr un concejal. Eso sí, si la participación acaba situándose en el 65% el mínimo ascendería a 5.200.

Pero, este umbral puede verse modificado si se produjera un notable incremento de los votos en blanco, que por regla general suele ser la opción que elige aproximadamente el 2% de los electores. Para fijar el límite del 5% se suman tanto los sobres vacíos como los que contienen la papeleta de algún partido-los nulos solo tienen incidencia a efectos de participación-. Por lo tanto, un mayor número de sufragios en blanco reduce las posibilidades de que los pequeños logren el ansiado 5%. En cambio, una participación del 57 o del 58% del censo podría hacer que el edil se consiguiese con apenas 4.800 papeletas.

Analizando los resultados de elecciones precedentes, el PSA se quedó en 2011 a algo menos de 1.000 votos del 5%; a UPyD, en cambio, le faltaron dos puntos porcentuales. Mientras, en 1987, Izquierda Unida se quedó a poco menos de medio punto de conseguir su primer edil. Entonces, le separaron apenas 500 votos de su objetivo -en aquel año el edil se obtenía con 4.000 votos ya que el censo era mucho menor-.

Y, ¿cuántos sufragios se necesitan para conseguir una mayoría absoluta en Jerez?. Las tres formaciones que lo han logrado a lo largo del presente periodo democrático lo hicieron superando el 45% de los sufragios válidos. El PP lo obtuvo hace cuatro años con el 46,56%; el PSOE en 2011 con algo más del 51%; y el PA en tres convocatorias consecutivas (de 1983 a 1991) con porcentajes superiores al 53%.

Así, para las del próximo 24 de mayo, y teniendo en cuenta el censo actual (que ya supera los 165.000 jerezanos) los ansiados 14 concejales, que marcan la mayoría sin necesidad de pactos en el pleno, se podría situar en torno a los 42.000 votos, un umbral calculado igualmente con el supuesto del 60% de participación y un porcentaje de votos en blanco que no se sitúe por encima del 3%.

No obstante, en el reparto de escaños influyen más factores que pueden hacer cambiar de dueño un concejal por un escaso margen de votos. Ya no es solo la participación o el número de votos en blancos sino la propia distribución puesto que un trasvase de votos entre partidos, por muy pequeño que sea, puede dar resultados dispares.

En los próximos comicios se puede dar la posibilidad de que haya una atomización de la corporación jamás vista antes, con seis o, incluso, siete formaciones con representación. Hasta ahora, la tónica habitual era un pleno de cuatro partidos, una máxima que únicamente se incumplió entre 1987 y 1991, donde solo hubo tres.

El PP, de cara a los comicios del 24-M, tiene algo de margen para mantener la mayoría absoluta pues puede permitirse el 'lujo' de bajar en votos. Eso sí, todo lo que sea perder más de 4.000 sufragios en relación con 2011 o situarse en un porcentaje de respaldo inferior al 42-43% pondría en serio peligro el concejal número 14.

Pero las combinaciones que pueden darse son infinitas y para todos los gustos. Hay supuestos, incluso, en los que recibiendo poco más de 40.000 votos (5.000 menos que en los anteriores comicios), los populares tendrían opciones de revalidar la mayoría absoluta. Este caso podría darse si uno de los partidos de la oposición logra ser segundo de manera holgada mientras que solo obtuviera representación otra formación más o dos a lo sumo. En cambio, una atomización del pleno le perjudicaría en este supuesto, aunque el recuento sería especialmente emocionante ya que el trasvase de concejales de una a otra formación sería continuo.