Hace ya más de dos años y medio que entró en vigor la ley antitabaco, la normativa 28/2005. Ésta dictaminaba que quedaba prohibido fumar en locales públicos, así como en los lugares de trabajo, centros culturales y, en definitiva, aquellas zonas y espacios en los que estaba permitido anteriormente. Sin embargo, existía un arterisco en letra pequeña para locales de menos de 100 metros cuadrados de superficie. En estos bares y restaurantes serían los propietarios los responsables de decidir si se podía fumar o no, comunicando claramente (carteles) en el local si estaba permitido fumar, contando con la condición de que el local dispusiera de un sistema de renovación de aire.

En los bares y cafeterías de menos de 100 metros de Jerez esta ley no parece haber hecho mella. Los clientes siguen acudiendo a estos locales sin preocuparse si pueden o no fumar. Además, la mayoría de los empresarios aceptaron la entrada del tabaco en sus locales, para así no tener que limitar su clientela.

Esto ocurre por ejemplo en 'El callejón', de Lancería, donde se puede encontrar un cartel en la puerta que cita 'En este establecimiento se permite fumar'. José Manuel González, dueño del local, afirma que "al ser menor de cien metros no hace falta tener una zona reservada", por lo que no les afecta directamente. También afirma que la clientela está a gusto y que la ley no ha afectado de manera negativa en el negocio, aunque apunta que los no fumadores suelen quejarse.

Esto no ocurre, sin embargo, en el bar 'Tutinaja', donde la clientela es, en su mayoría, fumadora. Así, lo afirma Manuel Torres, dueño del local, que dice que la entrada en vigor de la ley antitabaco no ha perjudicado al negocio y que el público no suele quejarse. "No me ha afectado porque aquí se sigue fumando", indica el dueño.

Por otro lado, en el bar 'Recreo', aunque está permitido fumar tal y como reza un cartel a la entrada del mismo, los clientes suelen preguntar dónde pueden hacerlo. Así lo indica John Orozco, encargado del local. "La gente se suele sentar mucho más fuera y suele preguntar dónde puede fumar". También señala que muchas veces hay clientes que se sientan en la barra a fumar, lo que suele incomodar a otros.

En la taberna 'La Alameda', Nicolás Madueño, dueño del local, apunta que la entrada de la ley no les ha afectado "porque reunimos los metros de acondicionamiento". Asimismo, indica que el público no se queja porque el local dispone de ventilación y el cliente puede elegir donde sentarse.

Por su parte, Felipe Benicio, hijo del dueño de 'La Cepa de oro', afirma que la ley "no ha afectado para nada al negocio". En el local se permite fumar tal y como señala un cartel a la entrada del mismo. "La gente sigue viniendo porque puede fumar", indica Felipe.

Así, esta ley que entró en vigor el pasado 2006 no parece haber afectado a los pequeños empresarios deJerez, que siguen manteniendo estables sus clientelas y que no se han visto perjudicados por lo que otros consideran aún, hoy día, un verdadero quebradero de cabeza.