"Escuché un frenazo y un par de segundos después un ruido impresionante. En ese momento pensé que alguien se había matado". Con estas palabras resumió ayer Daniel la noche del pasado sábado. A las cuatro y media de la madrugada, un conductor empotró su vehículo en su casa, en la avenida Tío Pepe, tirando buena parte del muro de la vivienda.

"Todos los ladrillos cayeron y el pilar de contención, entre paño y paño, se ha desplazado mucho. El golpe ha sido impresionante", relató el dueño de la casa. Según pudo conocer este medio, el conductor -único ocupante del todoterreno marca Volvo- salió ileso del accidente y no dio positivo en alcohol. De hecho, Daniel relató que el conductor, que iba hacia Lebrija, decía que se "había quedado dormido, que pisó el acelerador y como el coche es automático, no se caló y se descontroló".

"Nos ha destrozado la casa. El suelo, el muro, el césped... Al menos al hombre no le ha pasado nada, porque el accidente fue grave. Yo se lo dije. Le dije: menos mal que tenías este coche, que es bueno y no tiene muchos años, porque te pilla esto con un coche antiguo y te matas", recordó el propietario de la vivienda.

Lamentablemente no es la primera vez que hay un accidente de tráfico en este punto de la avenida. Precisamente, ésta es la tercera ocasión que un coche choca con la casa de Daniel, que se encuentra justo en una rotonda. "Fíjate, desde la última vez que hubo un porrazo contra mi casa no ha pasado ni un año, pero no llegaron a tirar el muro porque dieron con el pilar. Esta vez ha sido la peor", declaró el propietario, quien añadió que "es la rotonda maldita. Igual no está demasiado bien señalizada o iluminada, no sé. Pero está claro que aquí pasa algo".

Ayer por la mañana el perito del seguro de la vivienda ya realizó un primer informe de los daños. Cabe resaltar que el conductor del Volvo no sólo provocó graves desperfectos en esta casa de Pozoalbero, sino que además tiró dos señales de tráfico que se encontraban en la misma rotonda.