-Analice el momento económico actual.

-Es un escenario de cambio, una nueva etapa para la economía española, que empieza a salir de la crisis con fuerza.

-¿Eso es así? ¿En qué lo notan?

-A nivel global está la caída del precio de los carburantes, lo que es importantísimo para un país demandante como el nuestro, la mejora de las exportaciones gracias a la depreciación del euro frente al dolar, o la compra de deuda pública del Banco Central Europeo que hace que la prima de riesgo ya no asuste tanto... a nivel doméstico, se ve en cosas sencillas. Por ejemplo, que la gente pide créditos para cambiar muebles que no cambiaba desde hace veinte años. La reforma fiscal está empezando a dar sus frutos y lo notamos en el consumo.

-Decir esto en la provincia con nuestros niveles de paro puede sonar a exceso de optimismo.

-A la provincia tienen que llegar estos indicativos tarde o temprano y esto repercutirá en el empleo. De momento, los bancos hemos de cumplir la función de financiar a la sociedad y es lo que estamos haciendo desde el Banco Popular.

-¿Les piden más créditos?

-Naturalmente, la demanda de crédito está conectada con el crecimiento del consumo. Además, las líneas de financiación son más blandas. En lo que llevamos de año ya hemos otorgado 900 créditos al consumo. Es casi el triple que el año pasado por estas fechas.

-¿Dónde se empezó a notar ese aumento de la demanda, en las pymes o en los particulares?

-El motor del consumo son los particulares y eso tiene un efecto cadena que desemboca en las pymes y en los autónomos, que es el segmento que dominamos y nuestra seña de identidad. En Cádiz el Banco Popular tiene 185.000 clientes, de los cuales 15.000 son pymes y 9.000 son autónomos, sobre un censo total de 60.000. Con esto le digo que tenemos una cuota de mercado del 41%, somos un buen termómetro del comportamiento de las pymes en la provincia.

-Si vuelve el crédito, los bancos serán algo más rigurosos ahora con el riesgo de como fueron durante la burbuja.

-El Popular siempre ha sido escrupuloso en la evaluación de riesgos. Toda operación debe sustentarse en tres pilares básicos: rentabilidad, solvencia y capacidad de retorno. Sobre lo ocurrido en los años antes de la crisis, se produjeron operaciones en las que fue imposible evaluar que se venía encima lo que se nos vino. Pero en el caso de las hipotecas nosotros mantuvimos la política de dar créditos sólo sobre el 80% de la tasación de la vivienda.

-¿Cuáles son sus sectores estratégicos?

-La actividad industrial y comercial está muy diversificada en la provincia, pero destaca el sector agroalimentario y toda su industria auxiliar. Hemos creado la figura de los gestores agro especializados y hemos nombrado a catorce en toda la provincia. El sector agroalimentario es estable y tiene una gran calidad crediticia. A vedces se nos olvida que, además del Turismo, la gente del sector agroalimentario es la que mantiene la economía de la provincia, es un pilar fundamental.

-¿Y cuáles son los déficit de nuestra economía?

-El empresario gaditano es muy imaginativo. Aquí escuchamos magníficas ideas pero, desgraciadamente, tienen que moverse en un entorno muy difícil. El tejido industrial es muy poco sólido y creo que no conseguimos comunicar nuestros elementos diferenciadores, que son los verdadores valores que tenemos. También se echa en falta una apuesta más decidida de nuestras pequeñas empresas por la internacionalización.

-Si aceptamos que hemos salido de la crisis, ¿cómo hemos salido? ¿Tenemos nuevos hábitos financieros, de ahorro?

-El ahorro se está canalizando a productos más especializados como los fondos de inversión, que son los que tienen más rentabilidad porque los productos tradicionales, los depósitos, tienen una rentabilidad muy baja. Y, como le decía, vemos un repunte del consumo. Tras estos años deretraimiento hay algo más de confianza y la gente se decide, pongamos por caso, a cambiar de coche.

-¿Consiguen dar salida a su stock inmobiliario?

-También se está moviendo. Estamos ante una lenta vuelta a la normalidad. Seguimos teniendo más casas de las que desearíamos, naturalmente, pero lo cierto es que la demanda de inmuebles aumenta y, consecuentemente, el precio se recupera. En el último año ha sido un incremento del 1,8% la revalorización. Pero va despacio porque lo que hemos pasado ha sido muy duro.