Semanas después del fallecimiento de Juan de la Plata, a principios del pasado mes de marzo, varios de los miembros de la Cátedra de Flamencología de Jerez acordaron reactivar una institución que de un tiempo a esta parte ha permanecido en estado de hibernación.

Aunque en los últimos años su nombre ha continuado la labor iniciada con anteriorirdad, por ejemplo en el Premio de la Crítica que se entrega en cada edición del Festival de Jerez, lo cierto es que la Cátedra no organizaba un acto público desde hace ahora 3 años, en concreto desde que un 10 de julio de 2012 se entregaron en los Museos de la Atalaya los XXVI Premios Nacionales y la Copa Jerez. Desde entonces su calendario de actividades, en parte por el estado de salud de Juan de la Plata, quedó minimizado, máxime si la totalidad de su archivo había sido cedido al CADF.

Pero la Cátedra es una institución con una trascendencia internacional cuando hablamos de flamenco, y pese a que en los últimos años han proliferado organizaciones de este tipo, por ejemplo en Córdoba, Murcia e incluso Cádiz, la de Jerez, por el hecho de ser pionera y gracias a su dedicación de más de 50 años, todavía conserva su solera y prestigio allende nuestras fronteras.

Previamente, se intentó reactivarla a través de la Real Academia de San Dionisio, como una especie de apéndice cultural destinado al flamenco, pero finalmente no fue aceptado.

Por este motivo, y por todo lo que ha significado, varios miembros de la institución se reunieron el pasado 10 de abril en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco para analizar el futuro de la Cátedra. La totalidad defendió la continuidad, aunque siendo conscientes de la necesidad de una regeneración notable para empezar a funcionar con normalidad.

En la reunión citada con anterioridad se congregaron Paco Izquierdo, Antonio Benítez Manosalbas, Angelita Gómez, Mariano Ruiz Carretero, Pepe Marín, Antonio Núñez, Pepe Moreno, Manolo Naranjo y Manuel Pérez-Celdrán, además de Manolo Ríos Ruiz, que aunque no estuvo presente físicamente sí que estuvo al tanto de todo lo que acontecía. Acordaron entonces un calendario de fechas para comenzar a levantar el vuelo, "y rehabilitar esto. La gente entendía que una marca como la Cátedra no debería desaparecer", comenta Manuel Pérez-Celdrán, actual vicepresidente.

El primer paso fue una actualización del reglamento, que permanecía intacto desde los primeros años de la institución. El encargado de redactar el mismo ha sido Mariano Ruiz Carretero, uno de los instigadores de aquel proyecto histórico 'Así canta nuestra tierra por Navidad', iniciado por la propia Cátedra y continuado por la Caja de Ahorros de Jerez.

La segunda parada de esta reactivación tendrá lugar el próximo 17 de septiembre, cuando se convocará una reunión con todos los miembros de este organismo donde habrá dos puntos en el orden del día. De un lado, aprobar y mandar el acuerdo de actualización del reglamento, y de otro, nombrar una nueva junta directiva que empiece a dar vida a los proyectos futuros.

"La idea es que vaya entrando gente con ganas y más joven, porque yo, que soy vicepresidente, tras la muerte de Juan debería ser presidente, pero ya no estoy para eso, me quedaré como cargo emérito", asegura Pérez-Celdrán, que junto a Pepe Marín y Manolo Naranjo están trabajando intensamente en la recuperación de la institución.

"Desgraciadamente, muchos de los miembros de la Cátedra ya no están, y necesitamos una regeneración porque sé que hay gente con ganas de seguir defendiendo el patrimonio flamenco", continúa el vicepresidente.

No hay que olvidar que para formar parte de la entidad había que ser recomendado por dos miembros de la misma, que serían sus padrinos en una conferencia o discurso de entrada relacionado con el flamenco.