Las empresas que trabajen para el Ayuntamiento jerezano tienen que seguir armándose de paciencia. Nunca fue un buen pagador pero es preocupante que esté lejos de conseguirlo a pesar de que la ley le obliga a liquidar estas obligaciones en 30 días. Durante los últimos años, la administración local se ha acogido a distintos programas que le han permitido rebajar estos débitos pero la cuantía ha vuelto a la senda de crecimiento tan pronto han acabado los efectos de estas iniciativas.

En septiembre de 2014, el Ayuntamiento tenía contabilizados unos 34 millones de euros en facturas pendientes de pago. En cambio, un año después esta cifra se ha disparado hasta los 67,1 millones. A todo esto, el tiempo que tarda en afrontar estos débitos con los proveedores también ha crecido exponencialmente. Así, si hace un año el Ayuntamiento tardaba una media de cuatro meses en abonarlas desde que las reconoce, ahora la demora supera los siete meses, una situación que evidencia los graves problemas que arrastra la tesorería municipal.

Un elemento que atestigua la envergadura del débito que el Consistorio jerezano arrastra con sus proveedores es que solo dos ayuntamientos le superan en cuantía. Estos son los de Madrid y Barcelona, que cuentan con unos presupuestos notablemente superiores. La capital española tiene aún que afrontar unos 97 millones de euros en facturas mientras que la administración de la ciudad condal tiene poco más de 100.000 euros en facturas impagadas que Jerez. En relación con otras capitales andaluzas, el Consistorio jerezano tiene unos 23 millones euros más en débitos que Jaén, Cádiz y Granada.

También está en los puestos de cabeza de las entidades locales de municipios de gran población que más se retrasan en pagar estas obligaciones. Jaén, Parla, Algeciras y Gandía tienen periodos medios de pago superiores, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda.

Fue en septiembre de 2014 cuando la administración central empezó a hacer públicos los tiempos de pagos y los importes pendientes por parte de los ayuntamientos, unos datos que se actualizan mes a mes. Esto permite hacer un seguimiento de esta magnitud que depende fundamentalmente de la liquidez con la que cuente la tesorería. De este modo, en los periodos de recaudación de los principales impuestos los abonos a los proveedores suelen incrementarse.

Sin embargo, y con bajadas muy leves, entre septiembre de 2014 y de 2015 el Ayuntamiento jerezano no ha hecho más que aumentar sus débitos y retrasar el tiempo medio de abono, lo que ratifica sus problemas de liquidez. Gracias a los distintos planes de pagos a proveedores, el Consistorio liquidó en torno a 450 millones de euros en facturas (en breve recibirá un ingreso extra del Estado de 49 millones para este menester) y, de paso, librarse de pagar intereses de demora que, en algunos casos, eran superiores al 8%. A cambio, convirtió esta deuda en distintos préstamos bancarios que, por cierto, está devolviendo con enormes dificultades y retrasos (con sus correspondientes intereses de demora).

El Ministerio de Hacienda también publica los tiempos que tardan las empresas municipales y organismos dependientes en liquidar sus facturas. El circuito, por ejemplo, tarda una media de seis meses y la Fundación Villamarta, que actualmente está en riesgo de disolución, siete meses. Solo el Centro de Acogida San José cumple con los plazos legales.

En cuanto a las pedanías, La Barca es la entidad local con más deuda con sus proveedores (unos 325.000 euros aproximadamente), seguida de Torrecera y Guadalcacín con (177.000 y 150.000 euros, respectivamente). Se da la circunstancia de que estas entidades han elevado notablemente sus facturas impagadas en el último año. Solo El Torno paga por debajo de los 30 días preceptivos.