UN interesante estudio publicado el pasado año (Bigman, Mauss, Gross & Tamir, 2015) ha demostrado que las personas que tienen confianza en que pueden regular sus emociones, tienen una probabilidad menor de tener alteraciones emocionales o depresión. A veces, el miedo en lugar de proteger, impide conseguir las metas, el enfado en lugar de ayudar a evitar molestias puede causarlas y la tristeza, a veces, puede ser tan duradera que llegue a parecer interminable.

En este mes de febrero, nos acecha una nueva emoción: el amor. El amor, puede ayudar a compartir la felicidad con alguien o puede deprimir por no ser compartido. En estas circunstancias, hay quien puede llegar a pensar que nunca va a ser correspondido. Sin embargo, existen algunas claves que permiten comprender cómo se forman estos vínculos entre las personas para así conseguir recursos y evitar caer en el desánimo.

Una de las variables que facilita el enamoramiento es la afinidad en cuanto a pensamientos. Las personas tendemos a buscar una ratificación en los demás de nuestra forma de pensar, por ello, cuando conocemos a alguien nos puede gustar más si tiene las mismas creencias y actitudes. Es lo que algunos autores han denominado búsqueda de consistencia cognitiva.

Otro de los aspectos facilitadores del enamoramiento es la necesidad de intercambio y enriquecimiento. Se suele decir en este sentido que se busca pareja para estar mejor, no para deteriorar nuestras circunstancias personales. La reciprocidad positiva, dar y recibir, es otro de los aspectos que va a facilitar el amor. De hecho, la persona enamorada lo confía todo a la persona amada, quiere contarle todos sus secretos y preocupaciones, antes que a ninguna otra persona.

La familiaridad y la confianza son dos aspectos fundamentales también en el enamoramiento. Se está enamorado cuando existe una sensación de comodidad y bien estar al estar con la persona amada. Por ello, resulta más sencillo el enamoramiento con personas de un mismo entorno que con personas desconocidas o de culturas distintas.

Por último, para ganar confianza en que se puede conseguir el amor, algunos estudios han demostrado que las variables más apreciadas para gustar a otras personas son ser sincero, honesto, comprensivo, leal y digno de confianza. Además, otro estudio (Moya, 1990) destacaba como características de personalidad mejor valoradas, la comprensión, la lealtad, la capacidad para captar los sentimientos de los demás, la sinceridad y la alegría.

Así, que aquellos que en estas fechas esperan encontrar el amor, ya tienen algunas tareas para aumentar la probabilidad de conseguirlo.