Antonio de María destaca desde Horeca que la decisión de la Junta de legalizar este tipo de alquileres "puede tener un impacto realmente grave en los denominados alquileres sociales", es decir en el alquiler de toda la vida. Cuando se permite que una persona pueda alquilar su casa por habitaciones "estamos permitiendo que se creen fondas ilegales, fuera del control de los servicios turísticos. Quien antes alquilaba sabe que ahora podrá dividir su oferta en habitaciones, por ejemplo a estudiantes, y de esta forma generar más ingresos". El problema, apunta De María, "ya se está materializado en Cataluña que fue una de las primeras en aplicar tal medida". El decreto recoge también como novedad sobre los textos anteriores que los turistas deben permanecer al menos dos noches en la vivienda o habitación alquilada. El decreto obliga a los propietarios a llevar a cabo un registro documental e informativo sobre los viajeros, que deberán disponer de licencia de ocupación y cumplir con las condiciones técnicas y de calidad fijadas.