Jerez

El colegio de La Ina recibe en sólo un año dos premios nacionales

  • El pasado día 9 le entregaron una mención especial del galardón 'Acción Magistral', de la Fundación de Ayuda Contra la Droga, la UNESCO y el BBVA

En el colegio público de La Ina se sienten muy satisfechos y orgullosos, y la verdad es que tienen motivos para estarlo: No hace todavía ni un año que recibieron el Premio Nacional en el Concurso de Buenas Prácticas de Convivencia convocado por el Ministerio de Educación, y el pasado día 9, en el Palacio de la Zarzuela en Madrid, la Reina doña Sofia les entregó una mención especial del Premio Acción Magistral, un galardón convocado por la Fundación de Ayuda contra la Droga , la UNESCO y el BBVA por el proyecto 'Aprender es vivir. Un proyecto para que cada persona pueda aprender lo mejor de uno mismo'.

En el acto de entrega estuvieron la directora del colegio, María Luisa Muñoz Nieves, y el profesor Antonio Granado Navas, que fue quien había presentado el proyecto.

Previamente a la entrega, el director general de Participación y Solidaridad de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, Manuel Gutiérrez, se ofreció para hacer una visita al colegio de La Ina antes de Navidad y solicitó al centro la elaboración de un proyecto con el fin de extender la Educación Secundaria a tercer curso y cuarto de ESO.

El profesor Antonio Granado explica que "el proyecto se inicia hace muchos años, 21 concretamente, cuando se toma conciencia de los problemas de relación que existen entre el alumnado con un nivel de conflictos, con corros de violencia, en un entorno con muchas carencias sociales, económica y culturales".

Ante esta situación ven la necesidad de tomar medidas de varios tipos: De convivencia, de formación básica, incidiendo sobre todo en la lectura, metodológicas en todo el currículo y propiciar una educación en valores para que puedan formar parte de una ciudadanía responsable, comprometida, libre, respetuosa y feliz".

En este sentido el profesor reconoce que "ya en ese momento se veía un problema de género que se manifestaba en unas relaciones muy asimétricas entre hombres y mujeres que generaban muchos perjuicios a ambos género, así que hicimos un diagnóstico de la realidad y elaboramos un modelo coeducativo donde la transmisión de valores sea un trabajo esencial que permita desarrollar la solidaridad y la responsabilidad, la tolerancia y el respeto, la justicia y la igualdad, y que se convierta en el modelo y el espacio donde toda la comunidad educativa debe caminar".

Poco a poco y a lo largo del proyecto han ido desarrollando actuaciones globales donde el alumnado ha trabajado y sigue trabajando su salud y sus condiciones de vida "desarrollando actuaciones de cuidado y de actividad deportiva que no existía en la zona". Asimismo, se trabaja el desarrollo de la inteligencia emocional, la autoestima, empatía, autoexpresión, reconocimiento, aceptación y manejo de emociones las propias emociones y acercamiento a los demás.

A lo largo de los años, y a medida que la formación de la familias y el profesorado y la realidad así lo demandaba, han ido introduciendo programas de ayuda entre iguales, resolución de conflictos, mediación, negociación y un trabajo muy específico y elaborado de tutoría.

"En los últimos años -explica Antonio Granado- estamos intentando integrar todo este proceso dentro de una propuesta curricular que tiene como denominador común las ocho competencias básicas y el aprendizaje cooperativo, de modo que potencie la interdependencia positiva, la interacción mutua, la responsabilidad individual y el compromiso social". El profesor insiste asimismo en que "este trabajo fue iniciado y continuado durante estos 21 años por una persona, pero el resultado es el esfuerzo de muchas personas (familias, profesorado, portero, cocineras, limpiadoras, personas colaboradoras y, sobre todo, alumnado que ha ido construyendo su vida y ayudándonos a aprender a vivir mejor juntos)".

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