Parados se concentran ante las obras de Ikea
Denuncian que no hay ningún jerezano trabajando en ellas pese a la promesa que Pilar Sánchez hizo antes de su inicio
Un grupo de treinta trabajadores en paro se concentraron durante la mañana de ayer a las puertas de las obras del futuro complejo de Ikea, en la carretera del Calvario, con el propósito de denunciar que "la mayoría de los obreros que allí trabajan son extranjeros". Esta denuncia la hicieron ayer después de que, desde hace un año -cuando dieron comienzo las obras-, "la alcaldesa Pilar Sánchez asegurase que un 84% de los trabajadores de la plantilla serían de Jerez", según afirmaron los concentrados. "La mayoría de los trabajadores que están ahí son extranjeros y vienen a quitarnos el trabajo. No pedimos que los echen pero sí que contraten a una mayoría de Jerez y luego a ellos", aseguró ayer ante los accesos a la obra Raimundo P. A., uno de los parados que se mantuvo desde primera hora de la mañana junto a la puerta de entrada de los camiones.
"Nuestra concentración es pacífica, pero cuando hemos venido esta mañana y hemos pedido hablar con el jefe de obras, han llamado a la Policía", explican varios de los parados. Uno de ellos, que afirma llevar muchos meses en el paro, asegura que "si no tuviéramos hambre no estaríamos aquí". No es el primer día que estos hombres se concentran a las puertas de la obra de Ikea; afirman que lo seguirán haciendo hasta que la situación se arregle. "La alcaldesa tiene que entender que primero comen los de casa y lo que sobra es para los demás. Cuando pidió los votos, ofreció trabajo. Pues ahora que dé trabajo si quiere votos", explica José Miguel G., actualmente en paro, casado, con tres hijos y cobrando 420 euros de ayuda al mes. Este padre de familia fue muy tajante al decir: "Estos terrenos los pagamos todos nosotros con los impuestos y así nos lo agradecen".
Según comentan estos parados, no se trata de la primera obra en la que ocurre esto. "Estamos cansados de ver cómo en todas las obras que la Junta de Andalucía hace en Jerez, la mayoría de la mano de obra es extranjera. ¿Y quién se preocupa por nosotros?", se pregunta uno de los concentrados.
Mientras este grupo de desempleados sigue agarrado a las vallas, un encargado de la seguridad laboral de la obra lleva a los trabajadores de la plantilla unas mascarillas. "Esto lo hacen hoy porque estamos aquí nosotros, pero lo normal es que no cumplan el contrato laboral de esos extranjeros", asegura Miguel Matías, uno de los obreros concentrados. Matías afirma además que, desde que se dieron cuenta de las condiciones en que trabajan esos obreros contratados, se pusieron en contacto con CCOO. Desde este sindicato, Juan Antonio Barrera, delegado del área de Construcción, confirmó la interposición de una denuncia ante la autoridad laboral por no se está cumpliendo, supuestamente, el convenio laboral. Edifit, que es la empresa constructora del proyecto Ikea Jerez, cuenta con tres años de experiencia en el sector y con varias obras en otros establecimientos de la misma multinacional sueca. Un representante de la seguridad laboral de esta empresa declaró ayer que "es la primera vez que me encuentro con una concentración de este tipo. No sé qué les prometieron, pero la empresa general, desde el primer momento, hizo varias subcontratas a diferentes empresas. Unas andaluzas, otras nacionales, otra de Portugal... y de ahí son los cincuenta obreros que trabajan en la zona donde irá el edificio". Respecto al horario y al convenio establecido con éstos, el mismo representante afirma que "en sus contratos figuran unas cláusulas, como la referida al horario, que voluntariamente estos trabajadores pueden prescindir; habría que ver caso por caso."
A pesar de ello, los obreros concentrados ante los accesos de manera pacífica, aseguraron ayer que no van a parar hasta que alguien les dé una solución. "Pararemos la carretera, pararemos la obra, no dejaremos entrar los camiones y no nos vamos al Ayuntamiento porque la Policía nos echa de allí, que si no también".
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