Edi Escobar nació hace 42 años en Jerez. Estudió Periodismo en Madrid y ha trabajado en diversos medios de comunicación del país, sobre todo, madrileños y jerezanos, como Diario de Jerez. Ha sido editora de la revista SAL y ha participado en numerosos proyectos de cooperación al desarrollo como en 'Arquitectos Sin Fronteras'. Actualmente es socia de la empresa 'Cuatro Ojos Comunicación' y uno de sus clientes es la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, en la que, tal como se puede comprobar, está totalmente implicada.

- ¿Cuál es su cometido junto a Aminatu Haidar?

- Bueno, yo llevo los temas de comunicación de Artifariti (Encuentros Internacionales de Arte en Territorios Liberados de Sahara Occidental) y por mi trabajo como voluntaria de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui conozco a Aminatu. Somos amigas. Ella es una persona muy importante dentro del bloque saharaui y muy admirada. Cuando coincidí con ella a su regreso de Nueva York (donde Haidar recibió el premio al coraje civil 2009), me comentó que temía que algo iba a pasar a su vuelta a El Aaiún, pero que no tenía miedo. Sabíamos que algo iba a pasar y por eso estuvimos muy pendientes de su regreso. Desde un principio empezamos a trabajar desde Jerez y ya luego nos trasladamos al aeropuerto de Lanzarote. Estamos con ella porque para eso están los amigos.

- ¿Cómo se encuentra la activista?

- Ella es una mujer muy impresionante, muy fuerte mentalmente, aunque muy débil físicamente por todo lo que lleva su cuerpo sufrido ya de torturas, de acciones, de cárcel, de huelgas de hambre... Son muchas secuelas. Es una mujer muy coherente y muy convencida de su lucha y entregada a la causa saharaui y a su lucha por los derechos humanos. Ese convencimiento de su trabajo la hace ser muy fuerte mentalmente. Así que de pronto está que no puede con su cuerpo y al rato, se viene arriba y una se queda impresionada. Cada día está más débil pero más fuerte y segura a la vez.

- En su labor como voluntaria, ¿es ésta una de las situaciones más complicadas a la que se ha tenido que enfrentar?

- Es difícil enfrentarse a una huelga de hambre porque es algo muy extremo. Ella quiere volver a El Aaiún, a su casa, vivir con sus hijos, su madre... A veces te desesperas porque las luchas que hacen los pacifistas son difíciles, con pocas herramientas de trabajo y ponen sus vidas por delante, la única que tienen. Lo importante es centrar su lucha en lo que está reivindicando que es justo y que hay que aspirar a conseguirlo.

- ¿Hay alguna manera de convencer a Aminatu para que deje la huelga de hambre?

- Yo no la puedo convencer porque no admite influencias de ningún tipo. Puedo hablar con ella y decirle que es una persona muy querida, pero la única que debe decirle algo es su madre. No la voy a machacar con estas cosas porque es una decisión que ella ha tomado.

- ¿Cree que será capaz de llegar hasta el final?

- No lo sé. Ella es la que decide pero lo que esperamos todos es que viva en su casa de El Aaiún. No me planteo que llegue ese momento.

- Debe ser muy complicado llevar la prensa de un tema tan peliagudo, donde los límites son tan finos y dado a muchas malas interpretaciones.

- Mira, no es nada complicado. Si estuvieras aquí te darías cuenta de que Haidar es una persona que conmueve, emociona a todo el mundo que la ve. Tiene las ideas muy claras, es muy inteligente, con un carisma impresionante. Está muy preparada ya que conoce la legislación en torno a los derechos humanos y está en contacto con todas las fundaciones relacionadas con este asunto. Ella sabe muy bien dónde está. Lo único que pide es que se cumpla la ley y que se respeten los derechos humanos. Pide y espera tanta verdad que la gente que viene aquí no tiene ninguna duda. Sabe que Aminatu no está poniendo en un compromiso a España y quien piense así tiene unas miras muy cortas. Hablan de ella en todo el mundo y aquí hay periodistas de todos los países. Se está luchando por algo que es justo aunque hay gente que no comulga con esto, pero esa gente son pobre gente. Aminatu nos está dando la oportunidad de recuperar la dignidad frente a un país que viola los derechos humanos, Marruecos. De hecho está chantajeando a nuestro Gobierno, que está mostrando todas sus debilidades, que no son las de los ciudadanos.

- ¿Qué cree que debe hacer España?

- Ya Portugal ha mostrado su apoyo a Aminatu y me gustaría que nuestro Gobierno hiciera lo mismo porque no ha hecho nada, sólo presionar a Aminatu, engañar y mentir. Deben hacer algo. Hay un oportunidad de equilibrar las relaciones con Marruecos, sobre todo, con herramientas poderosas. Por ejemplo, ahora se negocia el Estatuto avanzado de Marruecos en la Unión Europea. Lo que no podemos tener son unas relaciones de sometimiento y poner por encima los intereses del Estado al de los ciudadanos. La reivindicación de Aminatu se traduce en el mayor momento de visibilidad del pueblo saharaui en los últimos 35 años.

- Si no hubieran estado los actores respaldando a Aminatu, ¿cree que hubiera tenido este asunto tanta repercusión?

- Mira, Willy Toledo es una personas maravillosa y muy comprometida. Si han venido tantos actores es porque están con los problemas de su tiempo. No pienso que sea cosa de una foto. Contribuyen a la causa a su manera.

- ¿Cómo es el día a día junto a Aminatu?

- Aquí no paramos porque hay muchísimos medios de comunicación. La situación de vida en el aeropuerto es precaria, no tenemos casi de nada. Si podemos, salimos cada tres días para darnos una ducha. Pero tenemos un apoyo constante de la gente aunque hay mucho estrés. Yo no sé si es lo más difícil a lo que me he tenido que enfrentar, pero desde luego sí es lo más gratificante.