Jerez

En la ciudad hay cerca de mil puntos de luz apagados o desconectados

  • El oeste del casco urbano se une al centro como zona afectada · Avisan de que "sin mantenimiento los cuadros eléctricos irán cayendo de cinco en cinco" · La empresa y el Ayuntamiento, sin contacto alguno

En la ciudad ya hay cerca de mil puntos de luz que no funcionan, entendiéndose por los mismos las farolas que permiten iluminar las calles cuando cae el sol. Esta inverosímil cifra de bombillas que no cumplen su función se ha prodigado por toda la ciudad en apenas una semana, desde que el pasado día 1 la empresa UTE-Jerez decidiera dejar el servicio por el continuado impago al que le somete el Ayuntamiento de Jerez.

Antonio Ortega, portavoz de los trabajadores de la concesionaria UTE-Jerez, destacó ayer que a las zonas que se habían quedado sin servicio (Tornería, avenida de Andalucía, San Marcos...) se han unido este fin de semana algunas más, caso por ejemplo de la zona oeste de Jerez, con especial incidencia en El Almendral, San Joaquín y El Altillo.

Los puntos de luz dejan de funcionar por dos motivos: "Bien por avería o porque se han desprogramado", afirmó el portavoz de los trabajadores. "A cada día que pase se va a deteriorar más la situación -manifestó Ortega- ya que la lluvia del fin de semana vino a agravar la situación", aunque afortunadamente no llovió con la fuerza que lo hizo en otras localidades como Algeciras. Pese a ello, "están cayendo entre cuatro y cinco cuadros eléctricos al día, con lo que la situación se va a ir agravando". Sobre determinados comentarios que han hecho referencia a que los propios trabajadores están saboteando el alumbrado público, Antonio Ortega destacó que "eso es una pamplina de tal categoría que no merece comentario alguno". Acerca de los efectos de esta inverosímil situación, Ortega apunta que "entre los jerezanos más molestos están los restauradores, que ven cómo la gente deja de acercarse a sus negocios por este motivo".

Mientras tanto, los 18 empleados de UTE-Jerez siguen acudiendo a sus puestos de trabajo en la nave de la compañía, donde cumplen su horario hasta que son las tres de la tarde. Por la tarde, concretamente a las siete, entra un retén de dos trabajadores que, mano sobre mano, esperan que den las tres de la mañana para volver a sus hogares. Las llamadas de los ciudadanos quejándose son habituales, apunta el portavoz de los empleados.

Mientras tanto, entre la empresa y el Ayuntamiento de Jerez sigue sin haber contacto alguno. A este paso, la oscuridad de las calles lleva camino de convertirse en un elemento más del paisaje urbano de la ciudad.

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