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Cultura

Largas colas de espera para retratarse junto al Ecce Homo de Borja en la romería del pueblo

  • Un pintor de Murcia homenajea a la 'restauradora' con una versión de su "limpia y sincera obra"

Miles de personas participaron ayer en la romería al santuario de Nuestra Señora de la Misericordia de Borja y decenas de ellas tuvieron que guardaron largas colas en su iglesia para fotografiarse con la pintura del Ecce Homo restaurado, que ha dado ya la vuelta al mundo. En el santuario hubo durante toda la jornada una expectación indudablemente mayor que la de otros años, debido a la presencia de numerosos medios de comunicación, varios de ellos extranjeros, y también de muchos curiosos en general que quisieron retratarse junto a la que ya se conoce como "la peor restauración de la historia".

Los vecinos de la localidad aragonesa manifestaron su "absoluto apoyo" a la responsable involuntaria de este singular fenómeno, la anciana Cecilia Giménez, de 81 años, vista por todos como una "muy buena persona" que hizo la intervención en la pintura de "muy buena fe" y "con la mejor intención del mundo". A muchos kilómetros de allí, Luis Pérez Espinosa, un pintor de Murcia, quiso expresar también su apoyo a la octogenaria. Lo hizo -en un auténtico gesto de rizar el rizo- pintando un cuadro inspirado en la singular restauración de la señora, a la que dio de hecho el estatuto de obra, calificada además por Espinosa como "limpia y sincera".

El objetivo es realizar "un rescate emocional" de esta mujer, explicó el pintor murciano, convencido de que si el estrambótico eccehomo resultante de la intervención lo hubieran creado "Picasso, Dalí o Miró", en el pueblo "tendrían blindado el cuadro", ya que "la intención es el gran lujo de esta pintura". El caso, dejando aparte las teorías sobre el arte y volviendo a Borja, es que blindado no estaba ayer, perosí protegido. Tanta fue la expectación que el Ayuntamiento del pueblo aragonés contrató para toda la jornada a un guardia de seguridad y colocó un cordón a un metro y medio de la pintura, para salvaguardar su estado y evitar que los curiosos se acerquen demasiado, la clase de tentación que sufren los aficionados a la pintura ante La Gioconda o La maja desnuda. El alcalde de Borja, Francisco Miguel Arilla, explicó que se está acercando mucha gente al santuario, procedente incluso de otros países. "No llegamos a entender lo que ha podido pasar", reconoció el regidor, que tras recordar que el cuadro original -realizado hace un siglo por Elías García Martínez- era "pequeño y sin valor", se vio obligado a afirmar que el Ayuntamiento es "muy escrupuloso" con el patrimonio de la localidad. Mañana, un grupo de restauradores examinará el estado del Ecce Homo y sus posibles soluciones.

Entre el revuelo, los vecinos de Borja disfrutaron de una jornada festiva, con danza tradicional, comidas populares y cuadrillas de amigos. En unas se criticaba a los medios de comunicación por la trascendencia dada a la noticia; en otras se aplaudía la publicidad que ha conseguido la localidad de forma gratuita. Nadie había conseguido hasta ahora que Borja fuera portada en los periódicos de medio mundo, proclamó una vecina. Bien, pues eso, ahora, lo ha conseguido Cecilia Giménez. Y por ello muchos borjanos quisieron dedicarle ayer un caluroso aplauso a esta pintora aficionada a la que sin duda, admitió una de sus amigas, "se le da mejor el paisaje".

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