Ahí anda, incansable, entre libros y papeles, laborando en perfecto silencio, como una hormiga. Guarda este hombre tres proyectos inmediatos que ocupan su cabeza. Catorce, que se dice pronto, son el número de libros que han salido de la pluma de José Castaño Rubiales, Pepe, el eterno anfitrión, mañanas en las calles junto a su gran amigo Rafael, regalando salud y ayuda a todo el que se le acerque, siempre localizable y en perfecto estado de revista. El amigo leal. Así es Pepe Castaño, el barbero que se codeó con la alta burguesía y bajó hasta lo más hondo de la miseria. Y, para quien lo dude, ahí están las credenciales que le supusieron su reciente nombramiento como Hijo Predilecto de Jerez.

Pues bien. Pepe invierte ahora su tiempo en su proyecto más inmediato, el lanzamiento del libro 'Mis historias de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Mayo de 1994-2013', la parte oculta de una hermandad descrita por los ojos de Pepe, devoto de Nuestro Padre Jesús Nazareno desde muchos muchos años atrás, cuando un Pepe de pantalones cortos se acercaba a la hermandad de la mano de su madre, una santa, religiosa hasta la médula y dedicada por entero desde la plaza San Andrés a paliar el hambre entre los más pobres.

El libro, realizado por la coincidencia de los 750 años de la reconquista de la ciudad, es un recorrido sociológico y cultural de la hermandad, con algunas gotas de crítica, reflejado en las vivencias que Castaño guarda en su retina. Promete hacer pupa. "Todo el que tenga algo que contar, está obligado a decirlo; de lo contrario, sería un cobarde. Y yo no soy un cobarde. Bueno o malo, se trata de algo que hay que conservar, transmitir a nuestros jóvenes".

En diecisiete capítulos, Castaño desglosa curiosidades de la hermandad que presidió durante dieciséis años; penetra en las entrañas de su historia, nos descubre la labor de Juan Grande, o Juan Pecador, en la formación del pueblo gitano, sus asentamientos, Santiago y La Puerta del Sol, donde el sello del flamenco resulta distinto si se analiza con detenimiento; la participación activa de la mujer en la cofradía, en tiempos imposibles; las curiosidades del diario del hermano Domínguez; su elección y dedicación a los más pobres desde la hermandad, mal visto por parte de algunos hermanos... Un total de novecientas páginas en las que Castaño desvela datos históricos poco conocidos e infinidad de historias que pueden llevar a la discusión. "A nadie le dejará indiferente", ha dicho el autor.

De otro lado, Pepe Castaño saca tiempo para conseguir la reedición de su libro 'Historias y leyendas de la Cartuja de Xerez', agotado hace años pero que sigue demandándose. Para mayor complicación, proyecta llevar al teatro su libro 'Éteres' de la mano de la compañía Teatro Estudio Jerez, que dirige Alberto Puyol.

No acaban aquí las inquietudes de nuestro hombre, que también tiene entre manos la próxima edición de otro libro de su cosecha: 'Jerez, entre la grandeza y la pobreza', un trabajo que sólo podría hacer él gracias a su profesión, que le procuraba alternar un rosario de vivencias. Pepe pisaba desde los palacios y casas de abolengo más refinadas hasta los hogares más humildes. El libro consta de más de seiscientas páginas donde pueden encontrarse unos análisis personales de la sociedad jerezana, manteniendo su fuerte espíritu crítico.

Todo esto supone tiempo y dinero a Pepe Castaño. Su afición de escribir sobre asuntos relacionados con la ciudad ha puesto el resto. Su objetivo, como todos sabréis, no puede ser más sano: Destinar íntegramente los beneficios de las ventas a la Asociación Obispo Rafael Bellido, Hogar de San Juan y la Fundación Paz y Aflicción. No existe mejor propósito para esa ilusionante afición.