Lo diferente y singular gusta. Por eso el Villamarta se llenó ayer en la primera sesión de '¡Que suenen con (+) alegría!', espectáculo que se podrá ver hoy también en el coliseo jerezano. Una propuesta que ha logrado reunir en el escenario a artistas tan dispares como Ismael Jordi, David DeMaría y David Lagos. Lírica, pop y flamenco se fundieron en un abrazo por la tradición vocal y musical de esta tierra en estas fechas, patrimonio artístico de esta ciudad. Tan patrimonio como estos 'tres tenores' jerezanos, que han elevado a cotas inesperadas el villancico más clásico, y en el que Francisco López ha asume las tareas de dirección escénica, la autoría del guión, espacio escénico e iluminación, y con el inestimable asesoramiento de Juan Pedro Aladro.

Y durante más de dos horas, el escenario brilló por las voces de los tres artistas, así como por las del grupo Voces Líricas de Navidad -bajo la dirección de José Miguel Román- y la Escolanía Los Trovadores -que dirige María Jesús Durán. A ellos se sumaron el baile de Alicia Parra y Alejandro Zvartendijk, con coreografía de Belén Fernández, que aportaron al espectáculo pinceladas certeras de dedicación, profesión y futuro de la danza. También se suma la impresionante y sentida más que presencia de la bailaora Mercedes Ruiz. La formación musical la componen, además de la guitarra de Santiago Lara y el piano de Lucía Moreno (directora musical de la cita), Salvador Molina (violín), Débora de la Fuente (violonchelo) y Eduardo Aguirre de Cárcer y Perico Navarro, ambos a la percusión.

La buena sintonía de todo el elenco se palpa desde los primeros momentos del espectáculo. Y aunque los tres protagonistas confesaron en su día que se sintieron abrumados por la propuesta de López, los ensayos dejaron ya claro que el éxito estaba garantizado. Y así fue, y es. Y si la primera edición de esta cita hace dos años dejó el listón muy alto, mucho van a tener que rascar la sesera para una tercera y superar lo de ayer. Tanto es así, que no se descarta que el espectáculo en cuestión cruce nuestras fronteras y lleve tanto arte a otros puntos del país, o fuera de él.

Un espectáculo, '¡Que suenen con (+) alegría!', que supone el pistoletazo de salida de todos los actos de la Navidad. Una fiesta que, a través de sus zambombas, la ciudad abandera cada vez más. Un hecho del que Jordi, DeMaría y Lagos mostraron ayer todo su orgullo y ya que se sienten satisfechos de participar. De hecho, la sorpresa la puso DeMaría, que se atrevió con un villancico de cosecha propia. La implicación fue total. Los tres, con apretadas agendas, podrán vivir además, gracias a esta puesta en escena, los prolegómenos de la Fiesta, en su casa, con los pucheros de mamá, y el calor de la tierra.

Lo de ayer, y ya lo advirtió Francisco López días atrás, "no es una zambomba", sino algo que es capaz de llegar mucho más allá en la tradición. Es la fusión de ese espíritu de la Navidad, de la tradición, con los mejores sueños de una tierra.