Las obras del futuro Museo de la Catedral han dejado al descubierto "el arranque de un muro orientado hacia el reducto", datado, "casi con toda seguridad", en los siglos X-XI. El hallazgo tuvo lugar "hace varios días", según el mayordomo del templo, Manuel Lozano, en la realización de una zanja de urgencia para la canalización exterior de desagües. "Es una piedra diferente a la de la Catedral, de la época musulmana, y que podría pertenecer a la mezquita mayor de la ciudad, ubicada en esa zona", confirmó ayer a este Diario el deán de la Catedral, Antonio López, que aseguró que este hallazgo, "ha sido para nosotros una sorpresa, aunque por aquí es habitual que aparezcan estos restos". Fuentes expertas en la materia aseguran que sería "muy interesante continuar con la excavación, porque seguramente habría más hallazgos".

Para confirmar que el muro forma parte de la antigua mezquita, "habría que seguir excavando, que por ahora se descarta ya que la salida del agua pluvial de la Catedral es justo por la zona de la zanja. En realidad lo que se ha hecho es una obra de emergencia y nos hemos encontrado con esto", cuenta Lozano, que supone que los siguientes pasos serán "catalogar, fechar y marcar en el plano de la ciudad. Este hallazgo no concuerda con otros anteriores, creemos que es una pieza suelta, pero no es seguro".

Este descubrimiento forma parte de las obras que se están realizando en la Catedral como el arreglo de las cubiertas y la intervención en la sacristía y otras dependencias del templo para la creación del Museo de la Catedral, en el que se exhibirán todas las obras de arte que hay en la iglesia. La intención es abrir el próximo verano, "aunque todavía no es una fecha segura", comentó ayer Antonio López. "El objetivo es que cuando podamos cobrar entradas sufraguemos más obras en la parte final de la Catedral, para poder ampliar este museo", añade.

Además de este reducto, también se ha hallado en el interior de la Catedral el 'sacristium', "posiblemente de finales del XVIII", lugar en el que se echaba desde arriba el agua en el que se habían lavado los purificadores, los corporales u ornamentos litúrgicos 'manchados' con la sangre de Cristo. "Caía en la tierra, que absorbía el agua y quedaba en lugar sagrado. No era algo para echar por el desagüe", comentó el deán, que apuntó que esta pieza se cubrirá con un cristal y estará iluminada para mostrarla al público.

Entre las piezas que se podrán ver en el Museo están importantes pinturas que se conservan en la Catedral, como la 'Virgen niña' de Zurbarán, esculturas, ornamentos litúrgicos, orfebrería... "Habrá exposiciones itinerantes con tesoros de la Diócesis. Queremos que este museo sea algo vivo", deseó López.