Pedro, lateral izquierdo del Xerez durante las dos últimas temporadas, se ha marchado al Arcos a Tercera División y admite que le ha costado bastante tomar la decisión pero tal y como está la situación en el Deportivo no ha tenido más remedio que dar el paso de recalar en el cuadro serrano, en el que estará a las órdenes de Bermúdez.

El jugador portuense, a sus 22 años, confiesa que "soy muy joven y me marcho para seguir creciendo como futbolista y para jugar en categoría superior, voy a subir un peldaño en mi carrera, pero también me marcho bastante triste. Después de dos años en el club, he hecho grandes amigos y me cuesta dejarles. Esta temporada ha sido bastante dura pero hemos formado una gran familia y también hemos disfrutado pese a los problemas económicos y a las múltiples zancadillas que nos han puesto en todo momento".

"No le deseo a nadie tener que entrenar en las condiciones en las que nosotros hemos tenido que hacerlo. A las diez de la noche en invierno, sin agua caliente y sólo en medio campo en La Granja. Como comentó el míster, cuando logramos la permanencia parecía que habíamos ascendido. Todo lo que conseguimos fue a base de trabajo y de muchísimo esfuerzo", añade el defensa de El Puerto.

Llegó al Xerez para jugar en Tercera a los órdenes de Puma hace dos temporadas, acabó como capitán con Paquete Higuera rindiendo a un excelente nivel y con Jesús Mendoza también ha tenido muchísimos minutos. No se queja y resalta que "he aprendido mucho, estar en este club supone hacer un máster, siempre hay problemas y todo tiene mucha repercusión porque es una entidad histórica que, desgraciadamente, ahora se encuentra en una situación en la que no debería encontrarse. Ojalá se recupere, pueda competir la próxima temporada y ascienda a Tercera División, que es el objetivo que se quieren marcar si finalmente se solucionan todos los problemas. Tengo que desearle lo mejor al Xerez porque me han tratado muy bien y también tengo que dar las gracias a la afición, que siempre nos arropó".

Y precisamente esos problemas económicos que no garantizan que el club pueda salir a competir el próximo curso son "los que han motivado que tome la decisión de marcharme, corría el riesgo de quedarme sin jugar. Nadie podía garantizarme nada y todo ha sido muy rápido. En Arcos me comentaron que me tenía que decidir pronto porque están configurando la plantilla y no podían esperar. Así que no tuve otra opción. Espero que allí me salgan las cosas como me han salido aquí en Jerez".

Y mientras que los jugadores se siguen marchando, Ricardo García también sigue sin aportar soluciones porque no tiene liquidez. Los plazos se le agotan y antes del final de semana tendrá que ofrecer una respuesta al grupo de aficionados que se reunió con él en Sevilla. De no hacer, los problemas se le pueden comenzar a multiplicar.