El Xerez no logró puntuar en el Polideportivo Municipal ante el Pozoblanco pese a jugar bien y generar mucho peligro en un partido disputado bajo un gran diluvio, sin duda, algo que condicionó el devenir del partido, pese a que el césped aguantó bien el chaparrón. El Pozoblanco se hizo con los tres puntos gracias a un solitario gol de Manolillo en posible fuera de juego.

Con este resultado, los xerecistas ponen fin a una racha de cinco partidos puntuando y se sitúan en la mitad de la tabla, a siete puntos del ascenso directo.

Vicente Vargas apostó de inicio tanto por José Vega como por David Narváez pese a que durante la semana había anunciado que el primero estaba descartado, que el delantero era seria duda y que en ningún caso iba a arriesgar con ninguno. Vega se tuvo que retirar a la media hora de partido al recaer de su lesión, entrando por él Abraham.

Durante la primera parte del partido y especialmente en los compases iniciales del choque, se vieron muy pocas ocasiones por el respeto que ambos conjuntos mostraban por el oponente. No obstante, fue el Pozoblanco el equipo que más hizo para dominar, aunque sólo territorialmente. El Xerez no se encontraba cómodo y tenía dificultades para tratar de generar jugadas de peligro para perforar la portería de Díaz.

Sin embargo, el dominio del Pozoblanco fue muy estéril, ya que no consiguió tener ocasiones claras para marcar. Sólo el delantero Valentín lo probó de forma tímida con un disparo manso que finalmente no se convirtió en gol. Pero en líneas generales, las defensas se impusieron a los ataques y los porteros fueron meros espectadores durante el primer tiempo.

En la segunda parte cambiaron las tornas y fue el Xerez CD el equipo que se adueñó completamente del juego, del partido y de las ocasiones. Sin embargo, faltaron remates ya que el último pase nunca era aprovechado para terminarlo con un disparo peligroso.

Sin embargo, cuando más apretaba el Xerez CD, llegó el gol del Pozoblanco en las postrimerías del encuentro. En la jugada del gol local participaron dos hombres que habían salido desde el banquillo. Yuma metió un pase en profundidad a Manolillo, que recibió en posición dudosa, y éste se plantó sólo ante el meta Zamora y lo batió por bajo en el mano a mano.

Los jugadores y la afición visitante reclamaron fuera de juego, pero finalmente el gol acabó subiendo al marcador. Aquí se produjo un incidente en el que un aficionado visitante lanzó una botella al banquillo local, pero la cosa no llegó a mayores.

Finalmente, con el tiempo prácticamente cumplido, un balón suelto en la frontal del área chica no fue aprovechado por Orellana con todo a favor para marcar y poner el empate en el electrónico.