“La decisión se toma por unanimidad y llega motivada por un grave problema de convivencia en el vestuario entre jugadores y técnico”. Es el argumento que mantiene la junta directiva del Xerez Deportivo FC para explicar la destitución de Carlos Orúe. Pepe Ravelo, presidente azulino, sus dos vicepresidentes, José Antonio Pérez-Rendón y Rafael Almagro, y Pedro Ruiz, director deportivo, ofrecieron la rueda de prensa más esperada pero no aportaron datos nuevos, sólo confirmaron lo ya desvelado, la inexistente relación entre plantilla y entrenador.

Pedro Ruiz  defendió que “para entender el tema hay que fijarse bien en nuestro comunicado, que está muy meditado. La decisión se toma por unanimidad y es desgraciada por otra parte, porque a todos nos hubiese encantado que Carlos hubiese estado aquí durante todo el tiempo que él hubiese querido, su contrato era indefinido. Pero los acontecimientos han dicho que no podía continuar. La decisión es la mejor para todas las partes y en primer lugar para Carlos. Ya no era bueno para él ni para nadie que siguiese en el vestuario. La situación de convivencia era ya insalvable y no vamos a entrar en detalles. Todo ha ido empeorando con el paso de los meses, no era la misma situación en Navidad que ahora. Hemos ido solventado los problemas con voluntad por parte de todos pero el tema ya no se sostiene por ningún lado.Estamos para tomar decisiones, para coger el toro por los cuernos y no escondernos”.

Ruiz, que defendió que la forma de gestionar este tema ha sido buena, argumentó que “si el tema ha visto la luz es porque se ha filtrado y no ha sido la junta directiva, así que cada palo que aguante su vela. Hemos detectado el problema, hemos llamado a capítulo a todas las partes y, luego, hemos tomado las decisiones y sin que los jugadores tengan nada que ver. Los futbolistas en ningún momento han pedido prescindir del entrenador ni esta junta directiva se lo hubiese permitido a ninguna de las partes excluir a la otra y así se lo expusimos en las reuniones que mantuvimos. Yo me quedo si se va no sé quien. La decisión es de la junta no de ninguna de las otras partes del club. Aquí todos somos importantes, no hay nadie más importante que otro. El tema lo hemos afrontado con valentía y creo que todo queda claro”.

El director deportivo azulino también quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a los socios. “Pueden confiar en la junta directiva que tienen, que es numerosa y con una gran capacidad de trabajo. Estamos preocupados por las cuestiones que nos puedan afectar. Tenemos los bueyes por delante del carro. La situación está controlada, hay que pensar en el futuro”.

Ruiz, en el turno de preguntas, afirmó que en ningún momento la carga de trabajo y el nivel de exigencias del entrenador hacia la plantilla ha sido uno de los detonantes de las diferencias, hizo alusión al carácter de Orúe, no quiso entrar en los detalles de las relaciones, explicó que su relación con el entrenador se rompe cuando él decide reunirse con la plantilla tras un amistoso en Montecastillo y al técnico no le agrada la idea y espera que los jugadores o que no hablen del cese o que emitan un comunicado para dar por zanjado el tema.

Al mismo tiempo, defiende que los problemas no nacen tras comenzar a circular una lista de posibles bajas, “es un tema de la plantilla al cien por cien, lo sabe la junta y lo sé yo, aunque es cierto que cada uno explica el cuento en función de cómo le haya ido. Pero aún así, todos corroboraron que lo que se estaba comentado allí era cierto y que pensaban igual que sus  compañeros.El tema de los juveniles está ahí pero no quiero tocarlo”.