El Real Madrid se aferra a su eficacia en el estadio Santiago Bernabéu, donde ha ganado todo lo que ha jugado, para remontar la eliminatoria ante el Real Mallorca de Gregorio Manzano. Los blancos deben darle la vuelta al 2-1 del Ono Estadi con un equipo en el que no estarán sus capitanes Iker Casillas y Raúl González. Con la mente puesta en parte en el derbi madrileño del próximo domingo del estadio Vicente Calderón, los dos reciben descanso.

Schuster cuenta con un amplio número de bajas por lesión, de jugadores que estaban destinados a disputar minutos en la competición copera. El último en integrar la enfermería es Pepe que se suma a Heinze, Metzelder, Balboa, Robben y Soldado. El regreso de Sergio Ramos solventa los problemas defensivos de Schuster, que pierde la fuerza de su lateral en el costado derecho, al tener que utilizarle en el centro de la defensa. Para dar la vuelta a la eliminatoria, Schuster utilizará a varios de sus titulares en ataque. Robinho y Van Nistelrooy, que se estrena en Copa, se perfilan en el once inicial junto a Higuaín.

Mientras, el Real Mallorca llega al Bernabéu con ventaja al partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey y con el objetivo es marcar pronto para intentar neutralizar a un rival que se muestra intratable en su estadio. El equipo balear ha marcado casi siempre en el Bernabéu en los últimos años, y dada la entidad del adversario, los hombres de Gregorio Manzano consideran que el gol es el único camino que les permitirá tener opciones para alcanzar los octavos de final de la competición copera. El Mallorca, que se presenta sin Güiza por los problemas musculares que arrastra, intentará olvidar sus malos resultados en la Liga, que le sitúan a dos puntos del descenso.