Programación Guía de la Feria de Jerez 2024

Experiencia ejemplificadora

Aula de Música "Ismael Jordi"

  • El instituto 'Caballero Bonald' rinde homenaje al cantante y ex-alumno.

Según nos informa Ricarda López, existe la costumbre en el Instituto "Caballero Bonald" de contar con la presencia de antiguos alumnos invitados para relatar su experiencia tras salir de las aulas del mismo. Más que traer al centro a sesudas personalidades o eruditos que impartan clases magistrales, se intenta recurrir a antiguos alumnos que destaquen en alguna actividad interesante y que pueda relatar anécdotas ejemplificadoras.

Se trata de una tradición que hace que el acercamiento del personaje con el alumnado sea más próximo, amigable y en ocasiones como la que nos ocupa, cariñoso.

Pese a los múltiples acontecimientos musicales en los que participa, Ismael Jordi no ha querido declinar la invitación que se le ha hecho desde su antiguo instituto y acudió recientemente a participar en esta actividad motivadora, aprovechando su estancia en nuestra ciudad para preparar la ópera "Romeo y Julieta" representada en el Teatro Villamaría.

Con motivo de la visita se ha rotulado el Aula de Música con su nombre y, para celebrar el evento, un nutrido grupo de alumnos y alumnas de 1º de ESO (dos grupos) y de 4º de ESO (otros dos) abarrotaban el Salón de Actos del centro, donde elaboraron una serie de preguntas que tenían preparadas más otras que fueron surgiendo gracias al buen clima que el tenor fue creando.

A preguntas tan significativas como que ¿cómo entró en el mundo de la música? o si era buen estudiante o si se gana bien, Ismael Jordi contestó que no eran cuestiones tan importantes para él cuando estaba en el instituto, pero que empezó en serio a los 23 años, cuando descubrió su vocación y posibilidades y ahora que tiene 30 sí valora estos aspectos y estudia idiomas y canto consciente de que la plenitud de la carrera se alcanza con 45 o 50 años y que no puede perder el tiempo.

Los chicos también le preguntaron si sabía tocar un instrumento, a lo que el artista contestó que ayuda mucho tocar el piano. Pero insistió en que hoy día hay que estar preparados, pues se pide a los cantantes de ópera que, además de modular la voz, se conviertan en verdaderos actores y se muevan interpretando las obras de forma espectacular.

Igualmente se interesaron por si le llamaba la atención la ópera desde pequeño o si escuchaba otro tipo de música, a lo que Ismael contestó que en su casa su padre ponía ópera y zarzuela, por lo que le resultaba familiar, pero que habitualmente escucha todo tipo de música, desde Bisbal a David DeMaría o cualquiera de las tendencias actuales. Refirió que las cosas no son en realidad como aparecen en programas como "Operación Triunfo" u otros por el estilo, sino que hay que trabajar duramente y saber dosificar el esfuerzo para no agotar las posibilidades y los recursos físicos (en ese sentido dijo que no siempre es conveniente aceptar todos los compromisos).

Tuvo un emocionado recuerdo para muchos de sus profesores y, aunque reconoció no haber sido un estudiante excepcional, expresó la necesidad de buscar inquietudes, gracias a lo cual el gran Alfredo Graus se fijó en él y le ayudó a situarse profesionalmente.

En un ambiente relajado, algunos alumnos le animaron a cantar el himno del Xerez Deportivo, a lo que se prestó encantado entre risas y recordando su pasado futbolístico.

Le hicieron preguntas tan insólitas como si sabía alemán o cómo compaginaba su vida familiar y profesional.

Una emisora de radio entró en directo en la entrevista, participando en la misma el propio alumnado, el profesorado asistente y la coordinadora del acto.

Tras el acto, se procedió a la visita de las instalaciones y a la pertinente toma de fotos y firma de autógrafos.

Ismael Jordi afirmó que en el instituto no solo se aprenden materias sino que se aprende a ser personas y que la vida es eso, si no solo ser buen estudiante sino ser buena persona y recordó también sus inicios estudiando solfeo en Madrid, con alumnos de 10 o 12 años que procedían de toda Europa. Por todo ello, dijo que lo importante es trabajar con ahínco e ilusión aunque se empiece tarde y que lo significativo es el afán de superación y el proponerse metas a conseguir.

Durante su intervención, cantó varias piezas y se visionó un vídeo con obras suyas y fotos de su expediente preparadas por el profesor Luis Valle.

En general, el acto fue muy participativo y el grupo "Cinquillo" le entregó un regalo (como siempre que viene algún invitado, un libro de Caballero Bonald, pero en esta ocasión sobre el flamenco, una de las grandes pasiones de Ismael, aunque confesó que ahora no se atrevía a cantarlo y eso que hacía sus pinitos cuando estudiaba en el instituto, apuntándose también a las comparsas carnavalescas de la época). Asimismo se le hizo entrega de la primera insignia de Plata del instituto (la de Oro se le entregó al propio Caballero Bonald, quien da nombre al centro).

Terminó contando incluso anécdotas sobre la peluca que usa ahora que se ha cortado el pelo.

En definitiva, una ocasión singular con un personaje de excepción que ha dado mucho juego y dejó pequeño el salón de actos por el interés despertado y lo ameno de su intervención.

Un buen rato, buena compañía y ejemplo "en vivo y en directo".

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