Se iniciaron las obras en la parroquia de San Dionisio hace ya algunas jornadas. La intervención que estaba pendiente ante el peligro de la sustentación de la zona trasera de la parroquia ya está en marcha y a buen ritmo. Unas obras que tienen como eje principal la reforma de los distintos salones de actividades, el archivo parroquial, la antigua casa del cura, la fachada de la sacristía y, sobre todo, la sustentación de las techumbres en la zona trasera de la iglesia así como laterales exteriores donde se apreciaban las gárgolas en un estado de deterioro bastante avanzado.

Desde las primeras lluvias otoñales, allá por el mes de noviembre, saltaron las alarmas al localizarse algunas zonas muy deterioradas en las techumbres, propiciando filtraciones en el interior de las instalaciones. Los técnicos municipales declararon la zona como de peligro, teniéndose que desalojar, con cierta urgencia, todas las dependencias afectadas.

En su día ya informamos en este medio que la casa de hermandad del Mayor Dolor tuvo que ser desalojada urgentemente pasando los enseres de la cofradía a un local alquilado para mayordomía. Los ricos bordados así como las piezas de orfebrería se llevaron a las casas de los hermanos.

Según afirma el párroco de San Dionisio, Luis López Cuervo, "las obras tienen un plaza máximo de un año. Hasta ahí llega nuestra licencia. Pero estamos trabajando a buen ritmo y nuestro objetivo está puesto en reabrir toda la zona antes del tiempo estimado".

El coste de las obras asciende a unos doscientos cincuenta mil euro. Un gasto importante que "esta saliendo de los bolsillos de los feligreses. No tenemos ayudas de ninguna administración pública. Ni Junta de Andalucía ni Ayuntamiento han respaldado este proyecto", afirma el párroco.

Es por ello por lo que López Cuervo anima "a todo Jerez a que nos echen una mano con esta intervención que necesita la ayuda de todos".

San Dionisio es el templo mudéjar dedicado al patrón de la ciudad. "Se trata del templo primado de la ciudad por este hecho. Y además hablamos de una de las joyas arquitectónicas de la ciudad", sostiene el párroco. Hace ya algunos años que la fábrica de la iglesia quedó sustentada con la intervención de los pilares de la misma. Ahora, tocan los salones.