Los gobiernos de España, Portugal e Italia coincidieron ayer en Ourense en que la reforma de la OCM del vino es una "oportunidad y no un problema" para el sector vitivinícola de estos países que demostrarán así que son capaces de producir "más y mejor". Así lo aseguró el ministro de Agricultura de Portugal y presidente del consejo de ministros de este área de la Unión Europea, Jaime Silva, tras la reunión celebrada en Orense con sus homólogos de España, Elena Espinosa y de Italia, Paolo de Castro, para abordará la reforma de la OCM del vino.

Silva destacó que Portugal, España e Italia tienen "los mejores vino del mundo" y, por tanto, rechazó que tengan "miedo" a la competencia y aseguró que con esta reforma deben dirigirse a crear condiciones para continuar produciendo "más y mejor".

"Es una oportunidad que no es fácil, pero hay que cambiar», abogó el ministro luso, quien también admitió que hay "problemas en Europa» y apuntó a la destilación. Al respecto, dijo que Europa debe para vender "no para destilar". En su papel en la UE, reconoció que su misión es encontrar soluciones y compromisos para los 27 Estados miembros. «Y esto es lo que vamos hacer la semana próxima», adelantó y, para ello, indicó que confía en que encontrar un compromiso que ayude «a vender más y mejor y buen precio» a la producción Europea, en general, y la de estos tres países. Además, en concreto, también amplió estos propósitos a Galicia, «que tiene vinos excelentes».

Por su parte, la ministra española se sumó a esta defensa de la OCM, ya que aseguró que supondrá que Europa se convierta en la mayor productora del mundo. Con todo, admitió que la reforma es "compleja y difícil" porque cada uno de los países cuenta con producción diferentes y, por tanto, el hecho de que se pretenda que de una solución satisfactoria a todos "lo hace más difícil".