Programación Guía de la Feria de Jerez 2024

Jerez

Jerez vive una gran tarde de toros, y toreros de oro y plata

  • Manzanares corta el rabo a un gran toro de Núñez del Cuvillo · Morante, con garra, convence a la afición

GANADERÍA. Se lidiaron seis toros de la ganadería de Núñez del Cuvillo, sin pasar de la media tonelada y de buenas hechuras. Un encierro con movilidad y que dio un variado juego y que tuvo la cumbre del cuarto, un astado premiado con la vuelta al ruedo; y el punto bajo del bruto segundo; siendo el más complicado el que cerró plaza. El ganadero compartió la vuelta al ruedo con José María Manzanares tras el cuarto toro lidiado. MATADORES: José Antonio 'Morante de la Puebla', de rosa y oro, estocada caída (oreja). Pinchazo y corta trasera (saludos). Estocada (dos orejas). Salió a hombros. José María Manzanares, de jacaranda y oro, estocada (saludos), estocada en la suerte de recibir (dos orejas y rabo). Pinchazo y estocada delanterita (oreja). Salió a hombros. Sobresaliente de espada, Antonio José Blanco, nuevo en esta plaza, de verde y oro. INCIDENCIAS. Con casi lleno en los tendidos. Excepcional la cuadrilla de José María Manzanares, que se desmonteró al completo. Gran lidia de Curro Javier, con el público en pie en el sexto, que cobró un gran puyazo del varilarguero Barroso.

Jerez ha vivido una gran tarde de toros, muy completa con un encierro de Núñez del Cuvillo que ha propiciado el espectáculo con un juego ameno que ha dado pie a un abanico de sensaciones.

Gran triunfo de un José María Manzanares mayestático, sobrado, para seguirlo por las plazas. Lo bordó con el extraordinario Campanito, de pañuelo azul. Faena de pulso, de torero de terso empaque, con tanto motor como temple y tal afición que aún con el rabo cortado paró de una larga al sexto.

Hubo rivalidad en el mano a mano, con los espadas tirando de sus armas toreras, sobre todo en la segunda parte. Comenzó el festejo a medio gas con un primero para Morante de la Puebla, que no se empleó mucho en el capote y brillantes momentos, aunque aislados y faltos de acople, de un Morante generosamente recompensado.

José María Manzanares no pudo brillar en ese toro más que por sus ganas. El animal, de brusca embestida, cabeceaba y se vencía, tras recibir poco castigo en el tercio de varas. Pero se vio a un Manzanares muy dispuesto.

Al tercero, segundo del lote de Morante, le faltó fijeza. Le cambió los terrenos al centro del ruedo y al son de la música -fue aplaudida la Banda del Desconsuelo- compuso una labor más estética que honda hilvanando los redondos a un toro que tardeaba y poniendo mucha torería.

La cosa quedó en una gran ovación y ya rompió la corrida con el extraordinario Campanito, merecedor de la vuelta al ruedo, con transmisión y largo viaje, recorrido sedoso que extenuaba más aún el prodigio de la muleta de José María Manzanares. El torero alicantino le dejaba el paño en la cara por ambos pitones eslabonando muletazos de ensueño, con el toro convidándose con alegría. Impresionante Manzanares que enloqueció con la muleta al público de Jerez. Y de remate la suerte de recibir, de escalofriante cite y gran ejecución. Por cierto, que en la tarde no hubo un solo descabello. Triunfo de lío.

Así salió Morante de la Puebla al quinto, tirando de sus armas toreras: las verónicas mecidas echando pecho y empujando al toro, el tercio de banderillas que protagonizó el propio diestro de La Puebla del Río con aire de torero añejo y un quiebro muy expuesto en tablas, y luego comenzando la faena de rodillas. El toro no fue como el otro y se vino abajo. Hasta ensayó el arrimón el de la Puebla, que convenció tesonero.

Cerró Manzanares con más raza aún con un toro que iba a su aire -genio y peligro- desmandándose ante un firme torero que con valor porfiaba, esquivaba amenazas y sacó provecho. Y su cuadrilla, de ensueño: se desmonteraron todos y Curro Javier por bregar puso al público en pie al final de una tarde de oro y plata.

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