El Banco de Alimentos de Cádiz ha donado a lo largo de 2016 más de cuatro toneladas de pescado decomisado, el cual cuenta con todas las garantías sanitarias para su consumo gracias a un protocolo promovido por el Colegio de Veterinarios de Cádiz hace dos años.

El Colegio de Veterinarios ha señalado en una nota que estas donaciones también han sido posibles gracias a la colaboración de la Guardia Civil y de la empresa Petaca Chico.

Hasta 2015 el destino habitual del pescado decomisado por la Guardia Civil en la provincia era la destrucción, ya que se trata de un alimento perecedero cuyo control sanitario es "fundamental" para evitar enfermedades en quienes lo consumen, y la ausencia de garantías sanitarias obligaba a su desperdicio ante la ausencia de protocolo alguno que permitiera su consumo.

Lograr esas garantías sanitarias para que el pescado procedente de ilícitos llegara a las familias con menos recursos requería la implicación de numerosas personas, instituciones y, sobre todo, "ganas de querer conseguirlo", ha manifestado Jesús Fernández, presidente de la comisión de Salud del Colegio de Veterinarios de Cádiz.

Según los datos recopilados en el balance anual de la campaña 'Veterinarios solidarios', promovida por la entidad colegial gaditana, en 2016 fueron donados exactamente 4.329 kilos de pescado de comisado. De ellos, la delegación del Banco de Alimentos en Algeciras repartió 2.722 kilos y la de Cádiz algo más de 1.600.

Por especies, el desglose en la zona Cádiz indica que la variedad de pescado más donada fueron boquerones (1.400 kilos), seguida de atún rojo (80 kilos), merluza (62,5 kilos), pijotas (30 kilos), pescado fresco variado (17 kilos) y otras especies procedentes del mar, como pulpo (17,5 kilos).

En dos años, el protocolo ideado por el Colegio de Veterinarios de Cádiz ha permitido la donación de 13.000 kilos de pescado, "cuyo fin habría sido la basura, si no fuera por la implicación de todas las partes que participan en el protocolo desarrollado".

Entre otras cuestiones relacionadas con el protocolo, hay que subrayar que la empresa Petaca Chico cede de forma solidaria sus instalaciones para el control y faenado del pescado intervenido, así como para su almacenamiento frigorífico.