Al frente de la Base Naval de Rota desde el pasado octubre, el contralmirante Cristóbal González-Aller tiene entre sus principales cometidos a corto plazo -"está ya encima", comenta- preparar en estrecha colaboración con la Marina de los EEUU el despliegue de los destructores americanos que atracarán en el recinto como parte del escudo antimisiles y que comenzará en 2014. El que ya es centro fundamental para la Armada española y gran base de apoyo para los aliados, afronta así lo que será "sin duda un hito muy importante en la historia de la Base".

-Llega en un momento importante para el recinto, ¿cómo se va a plasmar eso en el funcionamiento de la Base?

-El funcionamiento en general no creo que varíe mucho. En los últimos años han dejado la Base cuatro unidades españolas, pero esto se compensa, e incrementa ligeramente, con la incorporación del Juan Carlos I y los cuatro destructores norteamericanos. Así mismo, la presencia permanente de buques americanos abre nuevas vías de cooperación entre ambas marinas en aspectos como el adiestramiento y el mantenimiento, que pueden ser muy beneficiosas para ambas partes.

-¿Se han realizado ya obras en el recinto ?

-Hay que señalar que la Base está muy bien preparada ya que está siendo potenciada estos últimos años gracias a sendos proyectos de puerto y aeropuerto, cofinanciados por la OTAN, España y los Estados Unidos. Estos proyectos se iniciaron antes de conocerse la decisión del despliegue. Las obras del puerto están ya casi finalizadas y en el aeropuerto se ha aumentado notablemente la capacidad de aparcamiento y suministro de combustible, se está remodelando la pista principal y se están construyendo una nueva terminal de carga y una nueva torre de control. Respecto a otras obras adicionales, ha empezado el acondicionamiento de algunos edificios aunque las más importantes, unos almacenes de material y mejora de viales portuarios, están en espera debido al bloqueo actual, el denominado "secuestro", del presupuesto de los Estados Unidos. El despliegue es a coste cero para España .

-Se ha hablado mucho de empleo para la Bahía. ¿Qué le diría al personal local de la Base? ¿Habrá nuevos puestos de trabajo?

-A corto plazo no está previsto un aumento significativo de puestos de trabajo directos de personal local. Sí habrá sin duda una mayor generación de riqueza en la zona por el aumento del número de alquileres de viviendas, de ingresos en comercios y hostelería, etc. Luego, a medida que vayan necesitando irán convocando oferta de empleo, para comedor o residencia, pero no a corto plazo.

-Y para Navantia, ¿habrá alguna oportunidad de contratos?

-El mantenimiento de los destructores, dotados de sistemas complejos, también proporcionará una gran oportunidad tanto a Navantia como a las distintas empresas auxiliares que ya trabajan en este campo para la Armada. Creo que ha salido a concurso el mantenimiento de los barcos americanos y Navantia está pujando. Aquí el sector naval es muy potente y hay una experiencia importante en el mantenimiento de buques ya que la Armada tiene todo su núcleo principal aquí. Navantia tiene un nivel tecnológico muy alto.

-¿Cómo es la relación con los militares americanos en esta Base compartida? ¿Qué visión tienen de los españoles o de la provincia?

-La relación es muy estrecha en todas las áreas, especialmente en servicios como seguridad o gestión de puerto y aeropuerto. Todo pasa por nosotros y tiene que ser aprobado. En otros servicios como comedor y alojamientos la relación es menor pues tenemos instalaciones independientes. Creo que la visión que tienen es positiva tanto de los españoles como de la provincia. De hecho, de sus distintos destinos en el exterior este es uno de los más populares y, muchos de los que vienen quieren repetir. Algunos incluso se casan con españoles o españolas y permanecen aquí cuando se retiran. Tenemos además un club, 'Hay motivos', y hacemos otras actividades comunes.

-¿Construirán en la Base nuevas viviendas para los marines que llegan con sus familias?

-No se prevé construir más viviendas. La gran mayoría de personas que vengan vivirán en el exterior, lo que puede ser bueno para las localidades de alrededor.

-Se ha hablado mucho de los más 1.000 estadounidenses que llegarán en los cuatro buques Aegis, pero ¿está previsto algún aumento de las unidades de la Armada en la Base?

-No, no está previsto un aumento del número de unidades a corto plazo. A medio plazo, habrá que realizar el relevo de las fragatas clase Santa María. En los últimos años han dejado la base cuatro unidades (los buques anfibios Hernán Cortés y Pizarro, el petrolero Marqués de la Ensenada y el portaaviones Príncipe de Asturias) pero esto se está compensando. La Base Naval de Rota es un centro fundamental para la Armada.

-¿Cómo le ha afectado al recinto la salida del Príncipe de Asturias?

-El Príncipe de Asturias ha estado basado en Rota durante toda su vida activa y formaba parte del paisaje de la dársena y de la vida cotidiana de esta base. Por ello, y por el especial simbolismo de su nombre y de ser nuestro buque insignia durante 27 años, su partida ha tenido un impacto emocional sobre todo el personal de la Base.

-¿Y le afectarán al recinto o a los efectivos aquí presentes los recortes en Defensa?

-El mayor efecto de los recortes para el recinto es la dificultad para afrontar el mantenimiento de las infraestructuras y equipamiento de la Base, como puerto, aeropuerto, edificios, embarcaciones y vehículos especiales del aeródromo. También afecta a nuestra capacidad para contratar servicios, la externalización, con empresas y personal no militar, que normalmente proviene de las localidades adyacentes.

-Supongo que ya ha tenido la oportunidad de reunirse con las administraciones locales cercanas. ¿Cuál considera que debe ser la relación con los municipios de alrededor?

-Ya me he reunido varias veces con los alcaldes más próximos y la relación con sus administraciones es muy estrecha, especialmente con Rota, donde reside gran parte del personal español y americano de la Base, y con El Puerto de Santa María. Creo que la relación debe ser de colaboración y apoyo mutuo. Existe ya una larga tradición de convivencia e intercambio social, cultural y económico, ya que de algún modo hemos 'crecido' juntos durante los últimos 60 años.