Las pésimas condiciones higiénico-sanitarias y la falta de alimentos que padecían los más de 35 animales que se hacinaban en un chalet de Chiclana ya fue denunciado en el juzgado con anterioridad a la intervención emprendida por la Guardia Civil el pasado mes de febrero en esta finca.

Además de las repetidas quejas de administraciones, vecinos y protectoras de animales, se habían presentado al menos tres querellas en los Juzgados de Instrucción de Chiclana por este caso antes de la actuación del Seprona.

La Fiscalía ha solicitado que los animales puedan ser adoptados si la instrucción se alarga

Una de las denuncias, incluso, llegó a ser archivada por el juez, que no vio indicios de delito. Dicho sobreseimiento fue recurrido por la Fiscalía, que entendía que había sospechas más que evidentes de que en esa parcela se estaba cometiendo una infracción penal.

A la fecha actual, la instrucción sobre esta 'perrera ilegal' continúa abierta. Según las fuentes judiciales consultadas, el hombre investigado como supuesto responsable de un delito de maltrato animal no ha declarado aún en sede judicial.

Por el momento la Fiscalía ha solicitado tres medidas cautelares en relación a este caso. Una de ellas es que los ejemplares rescatados, 35 animales entre perros y gatos, un caballo, un pony y un asno, sean custodiados por protectoras de animales de la provincia.

La segunda medida contempla que en el supuesto de que la instrucción de la causa se prolongue por más de dos meses -lo que es muy probable que ocurra- los animales intervenidos puedan ser dados en adopción, previa consulta con las protectoras animalistas. Según el criterio de la fiscal, hay que evitar en la medida de lo posible que estos ejemplares permanezcan por más tiempo en recintos cerrados.

La tercera propuesta formulada por el Ministerio Público pasa por unificar todas las querellas interpuestas en los juzgados de Chiclana sobre este asunto y abordarlo judicialmente como un único procedimiento.

El hombre implicado en este proceso está siendo investigado por un delito de maltrato animal. Según las fuentes consultadas, el sujeto en cuestión aglutinaba numerosos ejemplares en su chalet sin prestarles la alimentación necesaria ni procurales condiciones higiénicas salubres, lo que ponía en riesgo la vida de perros, gatos y equinos.

Sin embargo, entre los animales rescatados por la Guardia Civil no se apreciaron signos de violencia que dejaran intuir lesiones físicas causadas por agresiones cometidas contra ellos. Las mismas fuentes apuntan a un delito de maltrato animal por omisión cuidados básicos (no por infligir castigos físicos a los animales).

Desde la protectora de animales Kimba han manifestado que la situación que se estaba produciendo en esa parcela del Pago del Humo "se sabía desde hacía mucho tiempo". Personas de este mismo colectivo animalista han dicho que el investigado "vendía el discurso de que le encantaban los animales, que se había dedicado siempre a esto". Otros vecinos de la zona han apuntado que el implicado recogía animales porque "no soportaba que les hicieran daño".