El sábado fue un día importante en Fátima. Fue la noche en la que se vio más cerca si cabe el hecho histórico para la cofradía que allí radica de empezar a escribir su historia en la Semana Santa. Y además, para los que aún guardaban reticencias sobre si sería realidad, la Virgen del Refugio ya estaba en su paso de palio, que bendijo esa misma noche el párroco Buenaventura Sánchez Falcón. Pero no se vio un paso de palio de cualquier hechura compuesto para salir del paso. Como se puede ver en la imagen que acompaña esta información, cedida por el blog elartedevestiralavirgen, la composición se aproxima en un altísimo porcentaje a lo que al final será este paso de palio al completo, sobre todo por el gran peso que le proporciona la caída delantera bordada cuyo diseño es de fray Ricardo de Córdoba y ejecutado por el artista cordobés Antonio Villar, bordador de referencia en todos los proyectos que lleva a cabo el sacerdote Capuchino. De este mismo es el diseño del respiradero frontal, que también estrena El Refugio, asimismo bordado en el mismo taller. Por lo demás el paso de palio, en cuanto a sus elementos esenciales, se ha conformado de la siguiente forma: de estreno son los varales y juego de jarras, realizados por el taller Maestrante de la capital hispalense. La candelería ha sido cedida por la hermandad de San Bernardo de Sevilla, que es madrina de la cofradía jerezana.

La hermandad del Cristo de la Viga ha prestado los antiguos candelabros de cola de la Virgen del Socorro, mientras que la corona de la Virgen es de la hermandad del Cautivo de Chipiona. La Virgen está vestida con el manto azul 'pavo real' que ha sido realizado en los talleres de costura de la propia hermandad. Este paso de palio, como se puede concluir, sale a la calle con gran solvencia y con muchos de sus elementos ya originales para el mismo, por lo que la cesión de enseres ha sido mínima. Debajo irán 45 costaleros, actuando como capataz de la cofradía Jesús Caro y como auxiliar del palio José Luis Lobato.