Una de las decisiones más importantes tomadas por el pleno de hermanos mayores este pasado año fue la adquisición en propiedad por parte del consejo local de la Unión de Hermandades de las sillas que irán puestas en todo el recorrido de la carrera oficial en la próxima Semana Santa.

Si las maderas con las que se montan los palcos es un activo que se cuida y mantiene todos los años, las sillas, cada año, eran alquiladas a una empresa portuense que se dedica al alquiler de sillas para eventos. Los últimos años el precio del alquiler subía de forma alarmante y este fue el detonante para que el consejo tomara la decisión de llevar al pleno la compra de las sillas necesarias para los abonados a los palcos en la carrera oficial.

El pleno aprobó dicha compra el pasado mes de octubre. 12063 sillas en una operación que asciende a algo menos de 250.000 euros. La compra se ha podido llevarse a cabo gracias al aval de la Diócesis de Asidonia-Jerez que ha respaldado la financiación necesaria. Por supuesto, un desembolso que pagarán las cofradías hasta el último céntimo en una operación estudiada y totalmente viable.

Sillas ‘Cádiz’

Hasta el momento, han sido diez mil sillas las que ya se encuentran entregadas y guardadas en el ‘Hogar San Juan’. Queda la última entrega del pedido que llegará en unos días a Jerez. La empresa riojana ‘Hermanos García – Nicolás García’ ha sido la encargada de la fabricación de las sillas que hay que destacar que pasan por todos los certificados de calidad que solicita la Comunidad Europea para hacer frente al mercado oriental. Las sillas están hechas en madera de haya. Cada unidad llevará grabado el nombre de ‘Unión de Hermandades’. El modelo se llevó a cabo hace ochenta años. Se trata de una silla que fue ideada por Nicolás García, abuelo de los actuales propietarios de la fábrica. En un principio, se llamó el modelo ‘Campeona’; pero, curiosamente, una vez puesta a la venta, fue la provincia de Cádiz la que acaparaba los pedidos más importantes de este modelo. Fue este el motivo por el que se decidió el cambio del nombre de la silla por el de ‘Cádiz’. Nombre con el que se le conoce actualmente.

La Unión de Hermandades, a partir de ahora, será la encargada de llevar estas doce mil sillas hasta el centro de la ciudad cada año en camiones en los que irá haciendo el reparto por zonas. Un sistema de trabajo que todavía no está perfilado en Curtidores pero al que se le está dando forma. 

Por su parte, una vez puestas en cada lugar, entran en acción los 118 acomodadores que tendrán la función diaria de desplegar cada silla en los palcos, ayudar al abonado a acomodarse y desmontar y guardar las mismas una vez pasada la última cofradía. Un patrimonio más que las cofradías adquieren y que verán la luz este año.