El transporte

Y los vecinos de Nueva disfrutaron con su cofradía

  • La hermandad tuvo que adecentar estas calles para poder procesionar por ellas con normalidad

Un año más, fueron muchos los que decidieron comenzar su particular Semana Santa a los pies de la basílica de la patrona, que este año, por cierto, cumple 50 años coronada canónicamente, una efeméride recordada por una enorme colgadura en la fachada del templo. El barrio de Santiago, engalanado para la ocasión, esperaba ansioso la salida a la calle de la populosa hermandad del Transporte. Con puntualidad, cinco minutos antes de las cinco y media de la tarde, se abrían las puertas del templo. Dentro, el blanco cortejo de nazarenos todavía se iba formando. A esas horas, la masa de gente ya va tomando posiciones. El gentío sabe que uno de los grandes momentos de esta jornada es la salida del grandioso ‘barco’ salido de la gubia de los hermanos Paco y Lutgardo Pinto allá por los años 50.

Poco a poco, el cortejo desfila la calle Merced para adentrarse en las entrañas del barrio, Santa María de la Merced y Nueva.  A punto estuvieron de no poder hacerlo si no llega a ser por el titánico esfuerzo de los propios hermanos de la cofradía y de los vecinos el Sábado de Pasión, que tuvieron que limpiar y adecentar las calles después de no haberlo hecho el Ayuntamiento. 

Dentro de la Basílica suena el llamador. Alejandro Barbadillo llama a sus hombres. El paso se viene arriba y poco a poco, de entre la penumbra empieza a distinguirse la silueta del Señor del Consuelo. El momento que todos esperaban llega. Las cornetas de la fundación Zoilo Ruiz-Mateos reciben al misterio con la marcha real y el gentío las acompaña con un sonoro aplauso. El buen trabajo costalero, luciéndose en la revirá, vuelve a ser recompensado con aplausos.

Tras otra larga fila de nazarenos, Madre de Dios de la Misericordia, la otra morena de La Merced, hace también acto de presencia. Belleza cautivadora la de esta dolorosa de Sebastián Santos. La Banda de Música Acordes de Jerez, que se estrena tras el palio, pone la música. Buen trabajo, por cierto, el de los jóvenes componentes de esta formación comandada por Domingo Díaz. Y así, en un suspiro, dijo adiós la reina del Transporte, que encaminó sus pasos poco a poco camino de Santa María de la Merced y Nueva para encontrarse de nuevo con su barrio.

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