La despeatonalización del camino escolar Veedor-Mentidero ha llamado la atención del Seminario Movilidad e Infancia, un grupo de trabajo del Centro Nacional de Educación Ambiental (Ceneam), perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, cuyo objetivo es promover el intercambio de experiencias, metodologías, recursos y buenas prácticas en el ámbito de la movilidad infantil urbana. 

El grupo de trabajo analizará la despeatonalización del camino escolar Veedor-Mentidero en su reunión anual, que se está celebrando desde el miércoles 8 de mayo en las instalaciones del Ceneam, en Valsaín (Segovia). El interés del grupo de expertos y expertas en el caso de Cádiz se basa en que el desmantelamiento de lo que, hasta hace unos meses, era un camino escolar seguro resulta un ejemplo paradigmático en nuestro país de retroceso en las políticas de movilidad sostenible para la infancia.

Algunos ayuntamientos gobernados por el PP y Vox han revertido los avances en movilidad sostenible realizados en las legislaturas anteriores, pero ninguno salvo el de Cádiz se ha atrevido a deshacer actuaciones que protegían a la infancia del tráfico motorizado. 

La Plataforma Veedor-Mentidero Peatonal señala que "Bruno García no solo ha paralizado todos los proyectos de movilidad sostenible pendientes de ejecutar de la anterior legislatura (reforma de la avenida de Portugal, implantación del servicio público de alquiler de bicicletas, remodelación de la Avenida de Andalucía para mejorar el transporte público), sino que se ha ensañado especialmente con las medidas que trataban de mejorar la seguridad de niños y niñas ante el tráfico motorizado. Además de la despeatonalización del itinerario Veedor-Mentidero, Bruno García paralizó el pasado otoño el proyecto de mejora de la seguridad y la accesibilidad de entornos escolares, que contaba con una financiación de 180.000 euros de la Diputación de Cádiz y cuyo contrato para ejecutarlo se encontraba formalizado". 

Para la Plataforma Veedor-Mentidero Peatonal, "el interés que, tristemente, ha despertado a nivel nacional el carácter reaccionario de las actuales políticas de movilidad del Ayuntamiento de Cádiz debería servir para hacer reflexionar a los representantes municipales sobre si dichas políticas, que pretenden volver a priorizar al automóvil privado frente al peatón, la infancia, las personas mayores y las personas con movilidad reducida en el uso del espacio público, responden realmente a las aspiraciones actuales de la ciudadanía de Cádiz".