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"El rugby es un estilo de vida"

  • Laura Delgado, campeona de Europa con España: "Nunca es tarde para empezar, yo lo hice hace 5 años"

Laura Delgado 'Bimba', campeona de Europa con España, posando con el oval.

Laura Delgado 'Bimba', campeona de Europa con España, posando con el oval. / vanesa lobo

La selección española femenina de rugby se proclamó hace unos días en Bruselas campeona de Europa, el sexto entorchado para nuestro país y el cuarto desde 2010, derrotando en la final a Holanda 40-7. En semifinales, las 'Leonas' también dieron buena cuenta de Alemania en semifinales.

La jerezana Laura Delgado, que actualmente milita en el Crat La Coruña, es una de las integrantes del combinado que entrena José Antonio Barrio. El ascenso de la pilier ha sido meteórico aunque el camino no ha estado exento de obstáculos. Hace cinco años el rugby se cruzó en su camino. Dejó el atletismo -fue compañera de lanzamientos de Mercedes Chilla, ésta en jabalina y Laura en martillo- por un accidente de moto. "Decidí buscarme un deporte de equipo porque el atletismo es muy individual y psicológicamente te desgasta muchísimo". El fútbol no le llamaba la atención y para el baloncesto era tarde. Un buen día "alguien me dijo que en Cádiz estaban formando un equipo de rugby. Fui a probar y en uno de los primeros entrenamientos con el entrenador enseñándome a placar dije éste es mi deporte".

A partir de ahí los acontecimientos se precipitaron. Primero, de Cádiz a Madrid para hacer un curso de tecnificación. Una de las monitoras era María Rivera, jugadora de la selección, que la captó para el Sanse. A sus padres les dijo que se iba a cursar un Máster. "No les podía decir que me iba para jugar al rugby", dice entre risas.

Ya en Madrid, la aportación de Gustavo Paniagua fue crucial: "No me regaló los oídos y me enseñó la técnica y a crecer como jugadora". Con la selección madrileña disputó el Campeonato de España de selecciones autonómicas y por aquel entonces sufrió el primer golpe: "Me rompí el ligamento cruzado anterior, la rótula, los dos meniscos y el cóndilo del fémur. Me lesioné días antes de hacer una prueba para irme a Francia". Se puso en manos del doctor Leyes: "Me dijo que no sabía si iba a poder volver a apoyar. Sufrí muchísimo pero tenía claro que a mí no me sacaba del rugby una lesión. Estuve ocho meses fuera, con jornadas de nueve de la mañana a nueve de la noche sin descanso: rehabilitación, gimnasio, piscina... Mis compañeras del Sanse me ayudaron en todo. Este fin de semana nos enfrentamos por segunda vez. En el primer partido en Madrid lo pasé fatal". De la lesión "aprendí que da igual las piedras que te pongan por delante, que siempre hay que trabajar por lo que quieres y que con esfuerzo se consigue", relata.

Finalmente, va a Francia a jugar en el Tarbes, donde sufre una nueva lesión. "Se me sale el hombro y decido operarme para llegar a tiempo al Mundial" pero la liga en Francia acaba y, sin equipo, teme no llegar rodada a la cita, su primer mundial. Entonces aparece el Crat La Coruña. "Me ofrecen un máster MBA en la Escuela de Negocios de La Coruña, casa, coche... Les digo que me tengo aún que operar pero me querían allí. Estaba en Madrid con un hombro roto y mi familia del Sanse y por otro lado me estaba haciendo una oferta un equipo de Primera División con la posibilidad de hacer un máster de 30.000 euros que en mi vida iba a tener. Decidí irme. Nunca en la vida pensé que gracias al rugby iba a tener una oportunidad así para formarme".

De ahí al Mundial, donde España queda décima perdiendo en el ensayo de oro con Italia, a la que había vencido en la fase de grupos. Y ahora el Campeonato de Europa, el segundo para la jerezana. Un torneo donde no participan las principales potencias del rugby -Inglaterra, Francia, Irlanda, Gales, Escocia e Italia-, que disputan el Seis Naciones, un evento privado y vedado para España pese a tener un nivel similar al de Italia, como quedó demostrado en el Mundial, o Escocia, selección a la que eliminó precisamente en su camino para el Campeonato del Mundo.

La selección española se encuentra ahora en la encrucijada de haber ganado un Europeo pero sin un calendario de partidos para seguir desarrollando a un grupo con jugadoras muy jóvenes -Bimba, con casi 28 años, es una de las veteranas- que necesita adquirir más experiencia de cara al Mundial de 2021, que se celebrará en Australia. Lo ideal sería que España regresara al Seis Naciones femenino, del que salió cuando la organización decidió equiparar las seis selecciones femeninas a las que ya disputan el masculino: "Estamos al nivel de jugar esa competición. Queremos volver pero es difícil que cambie la situación. El problema es que tenemos 23 chicas de las que 20 son superjóvenes, tienen una proyección increíble y hay que darles partidos para que sigan creciendo. Estamos en 'stand by', no sabemos cuándo tendremos el próximo partido".

Laura Delgado, premio a la mejor deportista jerezana en 2017, siente el cariño de los jerezanos y muestra su entusiasmo por el trabajo de cantera que está realizando el Marianistas de rugby. "No pude estar porque teníamos partido contra Francia y el premio lo recogieron mis padres, que estaban muy emocionados. Al Marianistas he ido a visitarlos y dije ¡buah! ¡Me entró una alegría! No podía creerme que esto esté pasando en mi tierra. Me da rabia no poder estar más tiempo con ellos y me encantaría poder aportar más. Para mí, María Rivera o Isabel Rico eran mis ídolos y ver ahora que puedo significar algo para ellos es muy gratificante. A diferencia de otros deportes, a mí me gusta ser cercana".

Y es que el rugby aporta "muchísimo" a quien lo practica: "Puede jugarlo cualquiera. Yo soy grande pero tengo compañeras que pesan 49 kilos. Todos suman y tienen un hueco que a lo mejor no encuentran en otros deportes. Por eso animo a todos los niños a que lo practiquen. Nunca es tarde para empezar, yo lo hice hace cinco años. Es un deporte atractivo, te lo pasas genial, un estilo de vida y te aporta unas enseñanzas que luego se aplican a la vida".

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