El año 2019 recién acabado ha sido bueno para el Atlético Sanluqueño, que afronta un 2020 con el objetivo de mantener por segundo año la categoría en el Grupo IV de Segunda División B.

Ha sido una etapa de cambios, tanto en el banquillo -con el adiós de Rafa Carrillo y la llegada de Abel Gómez- como en la institución -dejando Manolo Fernández el cargo de presidente después de varias temporadas al frente, cediendo el testigo a Miguel Ángel González-. Con el sevillano, el Sanluqueño logró la permanencia después de la destitución del cordobés. 

En lo deportivo, el nuevo curso comenzó con Abel Gómez al frente del equipo tras colgar las botas a mediados de la temporada anterior. El Sanluqueño ha acabado 2019 con 22 puntos, dos más que la pasada temporada, y fuera de los puestos de descenso. De conseguir la victoria este sábado contra el Villarrobledo, los verdiblancos igualarían la primera vuelta de la temporada 88/89 con 25 puntos. 

Sin embargo, al Atleti le está costando sacar los partidos en El Palmar, mientras que lejos de Sanlúcar se está mostrando como un rival férreo y capaz de ganar en campos como La Nueva Condomina. El dato es revelador. El Sanluqueño es el séptimo mejor equipo a domicilio y sólo el 16º como local, sumando los mismos puntos en casa que fuera (11).