El Jerez Industrial y el Cádiz Balón ofrecieron en el Pedro Garrido un encuentro igualado y de muchísima intensidad que terminó en tablas (1-1) y que deja la eliminatoria abierta de cara al próximo fin de semana.

Los de Bruno Herreron completaron un partido muy serio, tanto en defensa como en ataque, pero la falta de acierto en los metros finales les impidió sacar algo de renta para el siguiente duelo. Enfrente, no obstante, tuvo a un rival muy aguerrido, que le puso contra las cuerdas en más de una ocasión.

Con gran ambiente en las gradas, unas 1.000 personas, muchas de ellas aficionados del Xerez CD, los industrialistas y cadistas se alternaron llegadas en la primera parte, si bien es cierto que las de los locales fueron más numerosas. Manu Rojas (de lo mejor del encuentro) e Iván Olmo infringían peligro por el carril diestro, y el balón parado, una de las mejores armas de los blanquiazules, también fue una amenaza constante para el equipo que entrena Jesús Velázquez. Prueba de ello fueron sendos remates de Jon Erik.

En los visitantes, por su parte, las llegadas de Pereira por la izquierda fueron un quebradero de cabeza. De hecho, a los 20 minutos fue el zurdo quien tuvo una clara ocasión para adelantar a los amarillos.

Nada más comenzar la segunda mitad, Alberto falló a puerta vacía en otra posterior a un córner, y Rubén Galiano, que había salido tras la reanudación, puso la réplica visitante.

Pero cuando más achuchaba el Industrial, donde la columna compuesta por López, Kevin y Dani Herrera asumía el peso del partido, Pereira desbordó por el carril zurdo, centró a Morales que remató ajustado al palo corto de Samu. La falta de contundencia (pues ni Olmo ni Antonio Sánchez consiguieron pararlo) le costaba a los de Bruno el primer gol.

Respondió Kevin al minuto siguiente, rematando un balón suelto que se fue rozando el palo tras tocar en un defensa; y cinco minutos después Antonio Sánchez recogió, de nuevo tras un córner, un balón suelto en el área y era arrollado por la defensa. Penalti. Kevin se encargaría de materializar llevando de nuevo la ilusión a la grada industrialista.

El choque no cambió el guión y el intercambio de golpes se mantuvo, si bien es cierto que el esfuerzo físico empezó a pasar factura a los dos equipos.

A falta de algo menos de un cuarto de hora, el Cádiz Balón se quedó con uno menos, por expulsión por doble amarilla del central Morata, una superioridad que, sin embargo, apenas se percibió en este tramo final del partido, con un equipo visitante que daba por bueno el empate.

La eliminatoria se decidirá el próximo fin de semana, pero visto lo visto, todo puede ocurrir.