Análisis
Rafael Salgueiro
Oxfam y su cruzada contra los ricos
El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, descartó ayer que España vaya a requerir ayuda financiera de los fondos de rescate europeos por segunda ocasión debido a la "gran determinación" del Gobierno de Mariano Rajoy en la aprobación de reformas. Westerwelle expresó su confianza en la solidez de la economía española, al tiempo que apremió a Grecia a cumplir los compromisos adquiridos.
En una entrevista concedida al diario germano The Bild am Sonntag, Westerwelle sostuvo que "España es un país muy sólido con una economía muy fuerte". "El Gobierno español de Mariano Rajoy ha mostrado una gran determinación a la hora de aplicar las reformas", afirmó. "Por eso soy tan optimista sobre España", dijo.
La semana pasada, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, anunció la disposición de la entidad de reactivar el programa de compra de bonos para aliviar la presión que sufren algunos países en los mercados, pero vinculó las operaciones a que sean solicitadas por los estados a los fondos de rescate. El Gobierno español ha negado hasta ahora que necesite recurrir a ellos.
En el reverso de la medalla, Westerwelle situó a Grecia, país que, recordó "debe cumplir con sus compromisos", porque de ello depende que reciba la ayuda internacional que precisa. El ministro apremió a Atenas a que se tome estos compromisos "con seriedad" y advirtió que no se admitirán "desviaciones sustanciales" sobre lo acordado.
Westerwelle ratificó en la entrevista su rechazo a la emisión de eurobonos, a la que el Gobierno de Angela Merkel se opone radicalmente, en cualquiera de sus fórmulas, así como a toda variante que implique una colectivización de la deuda.
"Cómo va a implementar España sus reformas, si facilitamos que se genere el endeudamiento", argumentó el político, según el cual el peligro para el euro y Europa no viene únicamente de una falta de solidaridad, sino de un exceso de la misma.
Ésta es una de las principales demandas de España, Italia y Francia con el fin de apuntalar la confianza de los mercados financieros y poner fin a la tendencia alcista de las primas de riesgo y de los intereses de las deudas de los países periféricos, antes de que dichos niveles alcancen cotas "insostenibles".
Westerwelle incidió, asimismo, en que la decisión de una compra masiva de deuda de países de la Eurozona corresponde al Banco Central Europeo (BCE) e insistió en la independencia de éste para tomar decisiones que afectan a la estabilidad de la moneda europea.
En este sentido, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, respaldó que el BCE compre deuda italiana y española para aplacar los embates de los mercados. En una entrevista concedida al diario germano Neue Osnabruecker Zeitung, Gurría confió en que su presidente, Mario Draghi, hará "todo lo necesario" para salvaguardar el euro. Draghi "dijo de forma clara que el BCE puede aliviar la crisis de la deuda en la Eurozona mediante la compra de bonos y yo apoyo esta política", recalcó Gurría.
"Este claro mensaje a los mercados", en palabras del secretario general de la OCDE, vaticina que "los especuladores perderán su apuesta contra el euro". Mientras tanto, puntualizó, "el BCE debe recurrir a todos sus medios para lograr dicho cometido".
También te puede interesar
Análisis
Rafael Salgueiro
Oxfam y su cruzada contra los ricos
María Matos, portavoz y directora de Fotocasa
"Andalucía necesita construir 15.000 viviendas al año para estabilizar los precios"
Lo último