Cuando el empresario Gonzalo Madariaga tomó el control de Ditecsa en el año 2014 -en 2013 desembarcó, pero no se hizo con el 100% del capital hasta marzo de hace dos años- se marcó dos objetivos claros: mover su epicentro desde la construcción hacia la ingeniería industrial, e internacionalizar la compañía sevillana. Hoy los datos muestran que ha dado pasos significativos en ambos sentidos: sus servicios abarcan desde la planificación del proyecto hasta la fase final de mantenimiento, pasando por el montaje y la ejecución de obras, con lo que la empresa ofrece proyectos integrales llave en mano (EPC); y, de otro lado, el negocio exterior representa casi el 60% de las ventas frente al 10% que suponía en 2014.

Gracias a estas dos palancas, Ditecsa facturó 70 millones de euros en 2015, un 13% más que el año anterior, y este ejercicio superará la barrera de los 100 millones, llegando a los 109, un 56% más. La evolución del Ebitda también es notable: casi se duplicó en 2015, hasta los 8,1 millones, y en 2016 subirá un 25%, hasta los 10,1. La compañía no facilita el dato de beneficio neto.

La empresa está enfocada en tres mercados fuera de España, el norte de Europa, México y la zona andina, que el año pasado sumaron el 29% de los ingresos totales y este ejercicio catapultarán su aportación al 59%, hasta 64,3 millones.

En cuanto a la fuerza laboral, Ditecsa cerró el año pasado con 1.055 trabajadores y, gracias a los proyectos que ya tiene asignados para este año, estima que puede alcanzar los 1.500 (un 42,8% más), superando así la cota de los 1.200 profesionales coronada en 2012.

Los dos hitos más importantes logrados por la ingeniería industrial sevillana el año pasado fueron el traslado de parte de la actividad que tenía en Dos Hermanas a la zona portuaria de Sevilla, donde consiguió la concesión administrativa de 30.000 metros cuadrados durante 30 años para un nuevo centro técnico y logístico, y la compra de la ingeniería Tecna en Ecuador -rehusaron dar el importe-, especializada en el sector de oil&gas y que se ha erigido en su centro estratégico para toda la zona andina.

Así, el Yard de Sevilla (zona portuaria de recepción, ensamble y fabricación) está llamado a aglutinar toda la ingeniería y organización del grupo. De momento, se han mudado 60 personas, pero trabajos de adecuación en la zona promovidos por la Autoridad Portuaria han frenado el traslado completo desde las instalaciones de Dos Hermanas, donde permanecen otros 60 profesionales, paso que se dará antes de verano. Parte de la oficina de la Buhaira -sede central- también recalará en el lugar.

Por su parte, la compra de Tecna, filial de Isolux en Ecuador, llevó a Ditecsa a lograr su mayor adjudicación en 20 años de trayectoria, un contrato por 42 millones de euros para la instalación del horno y el compresor de la Refinería Esmeraldas de la petrolera estatal Petroecuador. Precisamente, y de cara al futuro más inmediato, uno de los proyectos más interesantes de Ditecsa es la creación de un segundo Yard en el entorno de la ciudad de Esmeraldas, a 318 kilómetros de Quito, para abordar nuevos proyectos en la zona andina. "Invertiremos en torno a 1,2 millones de dólares en la zona de fabricación", avanzó ayer Gonzalo Madariaga en un encuentro con periodistas. Los planes de la compañía pasan por expandirse desde allí a Perú y Bolivia, además de consolidarse en Colombia y Ecuador, donde ya está presentes.

Otro de los objetivos de Ditecsa es efectuar la compra de una empresa en México. "Seguimos mirando, tenemos el foco en dos o tres firmas", desveló. Para Madariaga, la caída del precio del petróleo a 40 dólares el barril no supone una rémora para su negocio, sino todo lo contrario. "Esta situación obliga a los gobiernos y empresas públicas a acometer remodelaciones en sus refinerías para ser más eficientes, lo que nos abre oportunidades, pues éste es nuestro nicho de negocio y no las prospecciones", explicó el empresario.

En Europa, donde ya tiene filiales en Alemania y Reino Unido, Ditecsa trabaja en la apertura de otra en Irlanda en su apuesta por reforzar el sector minero -una de las cuatro áreas clave de la empresa, junto a oil&gas, energía e industria-. Justo allí está llevando a cabo un proyecto de 20 millones consistente en desmontar una antigua mina, reparar las instalaciones en Sevilla y luego instalarlas en Cuba.