España se dispone a adoptar medidas diplomáticas, comerciales, industriales y energéticas contra Argentina por la expropiación de YPF a Repsol, según aseguró el Gobierno de Mariano Rajoy, si bien es muy posible que no desvele esas represalias hasta el Consejo de Ministros del viernes. "Argentina se ha dado un tiro en el pie de esos que son realmente importantes, y lo que más me preocupa es que esto supone el corte, o por lo menos la desconfianza, en unas relaciones realmente fraternales durante muchísimo tiempo", aseguró el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, que unas horas después rectificó, dijo que esas palabras fueron una "expresión desafortunada" y quiso dejar claro que no tenían "ninguna segunda intención", es decir, que no guardan ninguna relación con el accidente del nieto del Rey, Felipe Juan Froilán, que se disparó una escopeta de pequeño calibre precisamente en el pie. Tras escuchar las críticas de los portavoces del PSOE y del PNV en la Comisión a esas palabras, Juan Andrés Tovar e Iñaki Anasagasti, García-Margallo ha rectificado y ha recordado que él es "monárquico" desde que tenía "16 años".

Según manifestó por su parte el ministro de Industria, José Manuel Soria, a Radio Nacional de España, las represalias se tomarán en el ámbito "diplomático, comercial, industrial y energético". Serán medidas "claras y contundentes", que se aprobarán probablemente en el próximo Consejo de Ministros, avanzó el jefe de la diplomacia española. Poco antes de estas declaraciones, García-Margallo recibió en el Ministerio de Exteriores al embajador argentino en Madrid, Carlos Bettini, a quien convocó para trasladarle la condena y el malestar del Gobierno de Rajoy por la decisión tomada la víspera por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El Gobierno argentino, en opinión del Ejecutivo español, ha quebrado no sólo la confianza de España, sino también la de la comunidad internacional. "El perjuicio para Argentina puede ser irreparable", advirtió García-Margallo, apuntando a un posible corte en el acceso al crédito internacional. "La presidencia argentina tendrá que explicar las consecuencias de haber perdido la confianza". "La sanción más efectiva en este mundo globalizado en el que el ahorro y la inversión se desplazan tocando la tecla de un ordenador es perder la confianza del mundo de las inversiones", insistió el ministro de Exteriores español.

El Gobierno de Rajoy está presentando al Ejecutivo de Fernández de Kirchner como un gobierno carente de seriedad que no cumple con la seguridad jurídica en materia de inversiones extranjeras. La expropiación de YPF es algo "no propio de un gobierno serio", dijo el ministro español de Industria. Soria consideró que el ataque a Repsol llevará a cualquier empresa del mundo a considerar sus posibles inversiones en el país austral. La intervención de YPF "ha abierto una puerta difícil de cerrar", aseguró.

Rajoy inició este martes su primera visita oficial a Latinoamérica, una gira que tenía prevista con anterioridad, pero que puede servirle para reunir apoyos tras la intervención de YPF. En México participará en el Foro Económico Mundial sobre América Latina y se reunirá con el presidente Felipe Calderón, y después viajará a Colombia. Calderón ya calificó el lunes la expropiación de YPF como "muy poco responsable y muy poco racional".

En España, los agentes políticos, sociales y económicos, con contadas excepciones, han cerrado filas con Repsol tras el anuncio de expropiación realizado el lunes por Fernández de Kirchner. La oposición socialista expresó su apoyo al Gobierno de Rajoy para iniciar todas aquellas acciones "legales y diplomáticas" que considere oportunas para la defensa de las empresas españolas en el exterior. También los nacionalistas catalanes de CiU dieron su "total" apoyo a las acciones que emprenda el Ejecutivo ante la "injustificada" intervención de YPF.

Por su parte, la patronal española CEOE aseguró que la decisión del gobierno argentino perjudica "seriamente" los intereses de las empresas españolas y las relaciones económicas entre ambos países. En un comunicado, expresó su rechazo a la expropiación y consideró que ésta afecta de forma "significativa" a los intereses tanto del proyecto empresarial petrolero hispano-argentino, como al marco de inversiones y seguridad jurídica existente en Argentina. Los dos grandes sindicatos del país, CCOO y UGT, manifestaron también su rechazo rotundo a la expropiación de YPF, una decisión que calificaron como contraria al derecho internacional y que puede tener efectos negativos sobre los empleados.

El Gobierno dice que la expropiación de YPF estaba prevista para el 1 de marzo

El Gobierno español frenó hasta en dos ocasiones el plan de la presidenta argentina, Cristina Fernández, de expropiar YPF a Repsol, que en un principio estaba prevista que se llevara a cabo el pasado 1 de marzo, coincidiendo con el inicio de la legislatura en su segundo mandato en el poder. El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha afirmado que ese "primer golpe" se pudo parar gracias al viaje que el ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, hizo a Buenos Aires a final de febrero.

García-Margallo ha desvelado que también se pudo detener un segundo intento de acometer la expropiación el pasado 2 de abril, con motivo del discurso de Fernández por el 30º aniversario de la guerra de las Malvinas. Según el ministro de Exteriores, "los primeros ruidos" sobre la medida que preparaba la presidenta argentina tuvieron lugar el pasado 10 de diciembre, con motivo de su investidura, a la que acudió el príncipe de Asturias. García-Margallo ha apuntado que ante estas primeras sospechas y ante la negativa de las autoridades argentinas a abordar el asunto, el Gobierno español se puso a trabajar inmediatamente sobre el asunto.

El ministro ha comentado que redactó un informe "con un título que podría ser Argentina en la frontera del caos" en el que detallaba la difícil situación de la economía del país y las repercusiones que podría tener para las empresas españolas. A partir de los datos contenidos en ese documento y "conociendo la mentalidad" del Gobierno argentino, García-Margallo ha dicho que "era obvio que iban a buscar una salida de emergencia para pasar el siguiente cuarto de hora sin preocuparse demasiado de las consecuencias". Ante la falta de respuesta a los requerimientos de diálogo tras la visita de Soria a Buenos Aires y los nuevos rumores sobre la expropiación, fue cuando el Gobierno advirtió de que el ataque a Repsol sería interpretado como un gesto hostil hacia el Estado español, ha continuado García-Margallo.

En su opinión, el Ejecutivo argentino ha llevado a cabo en las últimas semanas una estrategia de depreciación de las acciones de YPF para posibilitar la expropiación a precio de saldo. Esta maniobra, según García-Margallo, supone una "confiscación", de acuerdo con la jurisprudencia. El jefe de la diplomacia española ha insistido en que el Ejecutivo de Mariano Rajoy defenderá los intereses de las compañías españolas frente a la decisión "arbitraria y discriminatoria" adoptada por Fernández. También ha reiterado que esta acción "rompe con el clima de amistad y fraternidad" que han presidido las relaciones bilaterales.

García-Margallo no ha concretado qué tipo de represalias adoptará España y si entre estas medidas, podría estar un veto a las exportaciones argentinas de carne y soja. Tampoco ha adelantado si las decisiones se adoptarán el próximo viernes en el Consejo de Ministros. "Tengan la seguridad de que el Gobierno va a tomar estas medidas y las va a aplicar", ha zanjado. El ministro ha lamentado que Argentina se comporte así cuando España le ayudó en 2001 en la crisis del corralito con un préstamo de 1.000 millones de dólares que -ha apostillado- "todavía no está pagado en su totalidad".