José Juan Franco 'Jota': "El espectador actualmente es mucho más exigente y eso se ve"
Asistente de director y gerente de producción audiovisual
José Juan Franco 'Jota' nació en Jerez de la Frontera en mayo de 1976. Se enamoró del cine de forma accidental al cruzarse con un rodaje camino del instituto. Ese fue el comienzo de una gran historia y una carrera construida desde abajo, que ha ido dando sus frutos de forma continuada. Le encanta viajar, sobre todo en familia, y coleccionar muñecos de sus películas favoritas. "Mi despacho parece un parque temático lleno de cuadros y muñecos de pelis antiguas", cuenta. Tiene dos hijas, de 16 y 14 años, nacidas en Alcorcón, pero con corazones andaluces, a las que desde pequeñas les ha encantado ver películas de la infancia del padre, "y les estoy inculcando el amor por el cine". Después de 25 años fuera de Cádiz, "cada vez la echo más de menos y tengo claro que me jubilaré allí. Cada vez que puedo bajo a Jerez y siempre tenemos la misma rutina: comer una buena berza, una pringá, me encanta la manteca colorá, pero con azúcar (ríe), nos encantan los churros y a mis hijas más, y comemos acedías que por Madrid es más difícil de conseguir".
¿Cómo llegó al mundo del cine?
Bueno, yo creo que un poco me marcó, como a todos los chavales de mi quinta, una serie de películas de aquella época como eran Indiana Jones, los Goonies, los Gremlins, Cazafantasmas, E.T., Karate Kid, Aterriza como puedas, Regreso al futuro, que es una de mis preferidas. Yo era el típico niño que cuando salía de ver una película en el cine, por ejemplo Karate Kid, pues salía pegando patadas; y cuando veías los Gremlins, pues también te emocionaba. O sea, eran películas que te llenaban, que siendo tan sencillas, tenían historias humanas y cercanas y te hacían ilusionarte e imaginarte otras cosas.
Realmente, lo que me metió en el mundo del cine fue cuando un día, camino del instituto, me encontré el rodaje de una película. Sería como en el año 93. La película se llamaba 'La Lola se va a los puertos'. Y vale, me gustaba el cine, me gustaba ya verlo y eso, pero cuando vi todo lo que lo rodeaba, actores, caravanas, los focos, y todo el despliegue de medios que involucraba, pues me llamó la atención. Ese día no fui al instituto (ríe), me quedé viendo el rodaje y se me pasaron las horas volando, viendo cómo era la grabación, cómo era el rodaje, mejor dicho, qué era el cine. Pregunté dónde iban a rodar al día siguiente y volví a faltar al instituto para estar todo el día viéndolo. Rocío Jurado era una de las actrices principales. Lo que me impresionaba era toda la logística que implicaba una película.
Supo entonces lo que quería estudiar.
Con 17 años fui a Onda Jerez, pedí hacer prácticas y lo conseguí. Luego entré a trabajar como operador de cámara y como regidor de programas de televisión en el año 95. También en Canal Cádiz como realizador. Compaginaba los dos trabajos. Y en el año 98, Bigas Luna vino a la provincia a rodar la película 'Volavérunt'. Me presenté al casting para ir de figuración porque yo lo que quería era entrar de lo que fuera. Me quedé el último en la cola y cuando ya no entraba nadie más y estaban a punto de cerrar, les dije que yo lo que quería era trabajar en la película de lo que fuera, de meritorio, de becario, gratis, pero yo quería meter la cabeza en el cine. Y me dijeron que sí, me dieron la oportunidad. Me puse a trabajar llevándoles la cámara y grabando todo lo que eran las pruebas de las figuraciones y pequeñas partes. Dejé de trabajar tanto en Onda Jerez como en Canal Cádiz y aposté por meterme a hacer esta película. Al principio no me pagaban nada, pero luego buscaron un hueco para mí como meritorio de vestuario para que ganara algo de dinero.
Cuando se terminó la parte de Jerez y de Cádiz, la productora viajaba para Madrid y me preguntaron si me quería ir con ellos, pero me dijeron que no me podían pagar ni dieta, ni estancia ni nada, sólo el sueldo de meritorio. Por supuesto dije que sí, algunos trenes solo pasan una vez en la vida. Y sí, lo dejé todo, familia, amigos, pareja, y aposté por ello.
Poco a poco se fueron abriendo puertas. Después trabajé en la película 'Otoño', de la directora Elena Taberna, 'Pídele cuentas al rey', de José Antonio Quirós; 'Adiós con el corazón', de José Luis García Sánchez; 'Los aires difíciles', de Gerardo Herrero; 'Rencor', de Miguel Albadalejo y 'Las cerezas del cementerio', de Juan Luis Iborra. Y así, poco a poco, me iba haciendo mi currículum y conseguía trabajar en lo que más ilusión me hacía, el cine. Hice películas, publicidad y series, tocando todos los palos y así fui descubriendo también qué era lo que más me gustaba.
El mundo del cine estaba muy bien, era muy chulo, viajabas bastante, pero era más inestable, hacía una película en tres o cuatro meses entre preparación y rodaje y luego hasta que no te saliera otra podrían pasar dos o seis meses.
Ese periodo de inactividad te daba mucha inseguridad y necesitas trabajar. Lo iba cubriendo con publicidad hasta que por fin me metí a hacer series de televisión, que era un poco lo que me sustentaba económicamente más a largo plazo, incluso hice una en la República Dominicana, 'Paraíso', para TVE.
Y por fin regresó a su tierra ya como responsable de producción. Un sueño hecho realidad.
En 2004 hice una película en Cádiz que me gustó mucho, 'Meucci'. Seis años después me vengo a trabajar con mi gente, cerca de mi familia y amigos.
Y el cambio llegó con Bea...
Sí, con 'Yo soy Bea', de Telecinco, me cambió todo. Entré de primer ayudante de dirección y luego acabé dirigiendo dobles unidades, los exteriores. Ya anteriormente tuve la oportunidad de dirigir la serie 'Terra de Miranda' que se hacía en Galicia, pero 'Yo soy Bea' fue un revulsivo. Fue conseguir un sueño, un sueño que era el de dirigir, habiendo empezado desde abajo. También estuve dirigiendo algunos exteriores de 'Sin tetas no hay paraíso' y así fui tocando tanto dirección como producción hasta que un poco ya me encaminé más al tema de la televisión.
Como dato curioso, trabajé en una película con Tom Cruise y Cameron Díaz que se llamaba 'Wichita', que luego le cambiaron el nombre a 'Noche y Día', aquella famosa en la que se escaparon los toros en Cádiz.
Fui haciendo más series de televisión tanto actuales como de época, algunas como 'Bandolera', 'Amar es para siempre' (donde acabé dirigiendo un bloque de cinco capítulos), 'Amar en tiempos revueltos', etc.
Desde hace un par de años estoy como coordinador general en la productora The Good Mood, del productor Daniel Écija, y con ellos hice la serie '4 estrellas' para TVE, y en la actualidad estoy haciendo una serie que se llama 'La Agencia' para Telecinco, que se emitirá en septiembre de este año, con los actores Javier Gutiérrez, Marta Hazas, Manuela Velasco y Carlos Bardem, entre otros.
¿Cómo está el sector del cine en Andalucía?
Cada vez hay más cine en Andalucía, pero al principio, cuando yo me fui de Jerez en 1998, si querías hacer cine y televisión te tenías que venir para Madrid. Ahora sí, afortunadamente, hay mucho más trabajo por la zona de Sevilla y de Cádiz, no todo lo que desearíamos, pero bueno. Este mundo es a veces muy inestable porque se tienen que acordar de ti un productor o un equipo para que hagas el diseño de una serie o como director, pero, por otro lado, está muy bien porque es un trabajo muy satisfactorio si te gusta.
¿Se ha tenido que ir reciclando con la llegada de las nuevas tecnologías?
Sí. Es un mundo muy cambiante y más con las nuevas tecnologías. Ya se hacen muchísimas cosas por VFX, en Chroma, con pantalla LED y las cámaras no tienen nada que ver con las de hace 25 años. Siempre te tienes que estar preparando, estudiando y viendo las nuevas tecnologías que hay para no quedarte obsoleto, para seguir viendo todas las mejoras que hay para implantarla o implementarla en las producciones. También tienes que optimizar mucho los trabajos del equipo humano. Son muchos departamentos, arte, fotografía, dirección, vestuario, maquillaje, producción y tienes que organizar a todos los equipos. Tienes que ir actualizándote de todos los cambios que pide ahora mismo el sector audiovisual. El espectador actualmente es mucho más exigente que hace 25 años y eso se ve. Cuando yo llegué a Madrid no había tanta presión por las audiencias, pero, sin embargo, ahora todo se mide por visualizaciones y las audiencias son determinantes. Si no tienes audiencia, te cortan un proyecto al instante. Hay mucha más variedad, con muchísimos más canales y plataformas que hace que la disputa sea más feroz. Si no tienes audiencia no te publicitan y al no tener publicidad pues no tienes ingresos económicos. Antes era todo más artístico, te permitían que una serie, aunque no tuviera buenos números, pero si estaba bien hecha, la dejaban en emisión. Sin embargo, ahora no.
Después de todo este recorrido, ¿qué metas, proyectos tiene a la vista?
Pues mi meta sería seguir trabajando en lo que me gusta, en lo audiovisual. Yo ahora mismo estoy como coordinador general de producción, una figura entre director de producción y dirección. Me gusta la producción, me gusta dirigir, hacer películas, series y conocer gente nueva y trabajar siempre poniéndonos retos diferentes.
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