Padillazo en Jerez, como si no hubiera pasado nada

El de Torres Blancas desoreja a sus dos toros de Juan Pedro Domecq y sale a hombros sin la compañía de Cayetano que, herido, tuvo que volver a la enfermería

Padillazo en Jerez, como si no hubiera pasado nada
Padillazo en Jerez, como si no hubiera pasado nada
Francisco Orgambides

13 de mayo 2012 - 08:21

Doblete de Padilla en su reencuentro con Jerez, su feudo, tras superar el terrible percance de octubre. La plaza acogió al torero con una gran ovación en un momento intenso al que correspondió Padilla dándolo todo.

Un gran momento para todos volver a ver a Padilla en su plaza. Previamente hubo un minuto de silencio en memoria de la presidenta Clara Montaño y de Juan Puerto Peralta, tantos años en el equipo médico de la plaza. Pero al romper el paseíllo, la plaza fue un clamor para acoger al Ciclón. Por cierto antes del festejo un grupo de señores vestidos de negro protestaba ante la puerta grande, son de esos que quieren tirar la plaza para hacer bloques. No son los del ladrillo sino los antitaurinos.

Nos quieren enseñar respetuosamente que el toreo no es cultura. No podrán negar que el toreo se basa en la cultura del esfuerzo: el esfuerzo de Padilla por superar profesionalmente un percance que a cualquiera de nosotros nos dejaría hechos cisco humanamente; el esfuerzo de Cayetano de mantenerse en el ruedo herido hasta matar sus toros y el esfuerzo del espectador por pagar estos precios en estos tiempos para soñar durante un par de horas .

Criamos animales y la mayoría acaba en las vitrinas del Pryca, pero hay sitios como Jerez dónde se crían para que un torero capaz de perder la vida para salvar a un caballo, se la juegue para que los demás sueñen y tengan dos horas de felicidad. No sé si eso será cultura, pero sí que es un esfuerzo, y grande, y lo hacen con arte.

Por eso cuando ayer Padilla lo daba todo y Cayetano salió con esas ganas de agradar, la plaza respondía con igual entrega. Así es la fiesta por aquí. La pena fue que ayer los duendes fueron mezquinos con el soplo y Morante no tuvo su tarde.

El Ciclón, sí: con la fuerza habitual, con la disposición de siempre. A poco que le embista un toro le saca lo que tiene. Su primero dio la impresión de que no se entregaba del todo y bajó el nivel de le pelea pero el jerezano, en todos los tercios, apretó y planteo una faena sobre la mano derecha rubricada con ovaciones. Mucho riesgo en los circulares finales a dos dedos de la encornadura y el vistoso colorario de las manoletinas.

En banderillas muy bien, pero elevó el nivel de ese tercio en su segundo toro, poniendo la plaza en pie. Cada par superó al anterior y el cierre al violín fue preciso y muy ajustado. A ese segundo de su lote, noble y manejable, lo había parado con una larga y tras el vistoso quite por faroles y navarras y el soberbio pasaje de banderillas, lo lidió por ambos pitones, con temple y pisando la jurisdicción del toro y cerrando con desplantes y los naturales de frente. El mismo Padilla de siempre.

Muy entregado Cayetano, que si se le puede poner un reparo fue que no anduvo cómodo en su primero entrando y saliendo del embroque en sus toros, sobre todo en el primero que le hirió en un descuido de esa naturaleza. Pero fue un dechado de ganas con el capote en su primero, variadísimo y buscando toro en todo momento: hasta dio una larga cambiada en el tercio. Tuvo redaños para acabar la faena a su primero con un torniquete que le puso Padilla y volvió a matar a su segundo tras la cura y hasta recibió a porta gayola al cierra plaza. A este toro le hizo las cosas muy bien, lo que se dice con hondura y seria ortodoxia.

Morante no tuvo su tarde, su segundo, que se le venía andando y no le sirvió más que para su sedosa verónica y abrevió con el enfado del público; pero ante su flojito primero, aunque no se acopló, dejó algunos pasajes preciosos.

Última corrida de abono de la Feria del Caballo

Toros. De Juan Pedro Domecq, discreta de presencia y de juego noble y manejable en general. Juan José Padilla, de blanco pinchazo y estocada (Dos orejas) y media trasera tendida (Dos orejas). Morante de la Puebla, de tabaco y oro, corta (Saludos desde dentro) y cuatro pinchazos y corta atravesada tras aviso (Pitos). Cayetano, de Francia y oro, tres pinchazos y descabello (Ovación) y estocada (Dos orejas).

Incidencias. Media entrada larga. Cayetano sufrió una cornada en el muslo derecho y era operado al cierre de esta crónica.

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