patrimonio

Abandonada

  • La casa que vio nacer a Miguel Primo de Rivera muestra un profundo estado de deterioro

  • Desde 2005 está cerrada tras el traslado del Conservatorio

En esta casa nació el excelentísimo señor General don Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, que con su valor heroico el 13 de septiembre de 1923 inició el camino de la regeneración de España.

Es el texto que con dificultad se puede leer en la lápida que preside la casa de la calle San Cristóbal número 13, hoy una vivienda abandonada y mohosa. Esta semana, ante el aviso de un vecino que vio la puerta abierta del inmueble, agentes de la Policía Local y Nacional inspeccionaron la casa encontrándose habitaciones con documentos por el suelo, cristales rotos y las malas hierbas creciendo por todos los rincones de un patio de luces. Como si un huracán naciera y terminara en su interior, esta casa -hoy de titularidad municipal- es un ejemplo de cómo dejar morir el patrimonio.

En esta casa señorial pasó temporadas el general Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, que tras fallecer su mujer Casilda Sáenz de Heredia a los 28 años, venía a la vivienda familiar con sus hijos y su hermana, la 'Tía Ma'.

Cabe recordar que esta casa la compró el Ayuntamiento y se la regaló a Primo de Rivera. De hecho, y tal como escribió en este periódico Juan de la Plata, fue tras la inauguración del monumento dedicado al general en la plaza del Arenal, cuando Primo de Rivera acompañado por autoridades se trasladaron a la casa que lo vio nacer para firmar en el despacho de la planta baja la cesión de la vivienda. El notario fue Ramón Moreno Palacios, y tras su lectura la firmó el alcalde Rivero Pastor y Primo de Rivera, además de otras personalidades en calidad de testigos.

De la Plata recordó en una información de 2004 sobre 'Cómo se hizo la plaza del Arenal', que tras la rúbrica de la cesión y una vez que Primo de Rivera tomó posesión de su casa natal, ofreció en la misma un almuerzo a las autoridades e invitados.

Una segunda generación también disfrutó de la añosa araucaria que preside el patio durante la alcaldía de Miguel Primo de Rivera y Sáenz de Heredia. Tras su paso por el Ayuntamiento, la casa se quedó vacía hasta que la volvió habitar la numerosa familia de Miguel Primo de Rivera y Urquijo, en torno a 1965. Precisamente, al estar casado con María Oriol Díaz de Bustamante, el entonces ministro de Justicia Antonio María de Oriol también disfrutó de la vida de la alameda del Banco.

Miguel Primo de Rivera y Oriol, más conocido como Michi, pasó sus primeros 6 años de vida en esta casa. Cuatro de los nueve hermanos corretearon por los pasillos de esta céntrica vivienda y aunque los recuerdos de Michi son pocos, "sí que tenemos fotografías con las fiestas de cumpleaños que hacíamos en el patio y cuando posábamos vestidos de corto antes de ir a la Feria. Fue una casa muy vivida". "Recuerdo especialmente el despacho de mi padre y una estancia de la vivienda en la que se guardaban uniformes del general, de mi bisabuelo. Nos impresionaba mucho entrar en ese cuarto", relata el jerezano.

Hace un par de años y viendo el deterioro de la casa, Michi acudió a Urbanismo para conocer "cómo estaban los papeles, porque mi padre se la vendió al Ayuntamiento". "Me atendió muy bien el equipo de Francisco Camas, me mostró la documentación de la vivienda que debe ser de uso social. Tiene una ubicación magnífica y me dio mucha pena verla tan deteriorada. Me encantaría que tuviera de nuevo un uso y así poder entrar en ella porque seguro que aflorarían muchos más recuerdos", reconoce Michi.

Juan de la Plata, buen conocedor de la historia de Jerez, relató en una de sus páginas que en esta casa se intentó montar un museo dedicado al general, para lo que se recabaron numerosos objetos personales que en vida pertenecieron al militar, incluido su fajín y su casco de general. "Todo se guardó en otras instalaciones municipales llegando a desaparecer algunos de ellos sin que jamás se intentara organizar dicho museo", describió de la Plata.

No fue museo, pero sí Conservatorio de música. Durante años albergó la docencia hasta que en 2005 la institución profesional se trasladó a una rehabilitada bodega en la calle Rosario. Aquel año, uno de los profesores del centro reconoció que la casa de San Cristóbal "estaba en un estado lamentable". Si ya en 2005 la vivienda presentaba evidentes muestras de deterioro, ¿cómo está 13 años después?

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