La azucarera del Guadalete (El Portal) afronta una nueva campaña remolachera, que arranca con una superficie total de siembra de 7.400 hectáreas, cifra ligeramente inferior a la del último ejercicio (-2,7%) pese a la incorporación al cultivo de 82 agricultores y 857 hectáreas. En la campaña anterior hubo más de 200 incorporaciones al cultivo, 90 de ellos de remolacheros recuperados para la causa por los incentivos de la industria, si bien el descenso de superficie responde a la fuga de ciertos cultivadores, que según la compañía, optaron por sembrar otros cultivos por miedo a la falta de agua debido a la sequía.

El aforo estimado para la nueva campaña, que se abrió el pasado lunes con las primeras entregas en la fábrica del Guadalete -la única en funcionamiento en la zona sur- y se prolongará hasta mediados de agosto, ronda las 640.000 toneladas de remolacha líquida, a razón de 10.800 toneladas de molturación media diaria, según las previsiones iniciales facilitadas ayer por la compañía.

Las 82 incorporaciones de agricultores de esta campaña distan mucho de las 200 de la anterior

Las muestras previas recogidas hasta la fecha indican un buen desarrollo del cultivo y las expectativas de rendimientos y calidad son optimistas, señala Azucarera en un comunicado, en el que apunta a la posibilidad de alcanzar las 87 toneladas líquidas por hectárea (93 t/hª de remolacha normalizada), algo por encima del año pasado.

Pero el rendimiento y el aforo dependerán de las condiciones meteorológicas del periodo de recolección, pues cabe recordar que en la anterior campaña comenzó con un aforo estimado de 672.000 toneladas y una producción media por hectárea de 91 toneladas, que finalmente se redujeron hasta 620.000 toneladas y 85 por hectárea debido a las altas temperaturas.

El inicio de la campaña de molturación de la remolacha en la zona sur se produce con una semana de retraso respecto al año anterior después de que Azucarera y las organizaciones agrarias acordaran dar el pistoletazo de salida el lunes tras comprobar el estado de madurez de la raíz y las condiciones meteorológicas.

La compañía confía en que la campaña se desarrolle con normalidad gracias a la planificación previa, la buena coordinación entre cultivadores, técnicos de campo y personal de la fábrica y a las nuevas herramientas informáticas que facilitan la labor de recolección y recepción en la planta.

En este sentido, Azucarera reitera su apuesta por el futuro del cultivo, para lo que ofrece a los agricultores una serie de servicios a medida y tecnificación del campo que permiten mejorar la eficiencia y rentabilidad de la remolacha. La compañía, indica la nota informativa, promueve la sostenibilidad de los recursos naturales para el desarrollo del cultivo mediante análisis de imágenes de drones y satélites, el uso de herramientas pioneras en el análisis y explotación de la información como big data y machine learning, la mejora genética de variedades y desarrollo de técnicas que incrementan la eficiencia en el uso del agua, energía y otros insumos agrícolas.