Jerez

El Banco de Alimentos pasa un "momento muy complicado" por la subida de precios de los alimentos y la escasez de leche

Ambiente en la plaza de abastos central de Jerez, este lunes.

Ambiente en la plaza de abastos central de Jerez, este lunes. / Manuel Aranda

El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó un 0,1% en mayo en relación al mes anterior y recortó nueve décimas su tasa interanual. Sin embargo, las cifras van por un lado y la cesta de la compra por otro, puesto que los ciudadanos no ven una bajada en los alimentos que haga respirar la economía familiar. Más bien, todo lo contrario, la cesta de la compra sigue ahogando muchos hogares

Una de las instituciones que más está sufriendo el encarecimiento de la comida es el Banco de Alimentos. La presidenta provincial, la jerezana Isabel Gomis, alerta de que el aumento de los precios "nos influye doblemente", puesto que no sólo compran menos artículos con las donaciones sino que las familias aportan menos a la causa al recortarse la economía del hogar. 

"Estamos sufriendo mucho, cada vez más. Estamos viviendo momentos muy complicadous", declara la presidenta. Desde la institución provincial informan de que la ayuda anual que reciben de manos del Ministerio de Agricultura con fondos europeos se ha reducido considerablemente, sobre todo en leche y aceite. Si en 2019 recibieron unos 1,2 millones de kilos de comida, en 2023 se verán reducidos a tan solo unos 500.000, de los que sólo han recibido, por ahora, algo más de 250.000. 

"Partimos este año con 400.000 litros menos de leche y es un producto muy demandado. La leche es un desayuno, una merienda e incluso una cena. Para niños, personas mayores, enfermos... Es un producto indispensable", subraya Gomis. "Las asociaciones nos llaman a diario pidiendo la leche. El aceite, que también se ha visto muy reducido, siempre tiene un 'plan b' que es el de girasol, pero no hay 'plan b' para la leche, nada lo puede sustituir", añade. 

Estos suministros proceden del Fondo de Ayuda Europea a Desfavorecidos (FEAD), que está cofinanciado en un 15% por el presupuesto por la Administración General del Estado. Lo gestiona el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA).

"Gracias a dios la Federación Española de Bancos de Alimentos ha recibido este año una donación de Amancio Ortega de 10 millones de euros y precisamente el 80% de esta donación irá destinada al aceite, la leche y a productos infantiles", pone en valor Gomis. 

6.000 beneficiarios en Jerez

La presidenta del Banco de Alimentos explica que el número de familias beneficiarias de la entidad "se ha estabilizado" tras la crisis del Covid. En estos momentos, la institución reparte comida para 54 asociaciones jerezanas, que a su vez la distribuyen a unas 1.700 familias, unas 6.000 personas en total. 

¿Cómo se puede donar al Banco de Alimentos?

Colaborar con el Banco de Alimentos de Cádiz puede hacerse a través de su página web una donación de alimentos (seleccionando la cesta que se desee donar), colaborando con una donación económica puntual (realizando una transferencia bancaria o telefónicamente en el 956 20 51 51), asociándose a la entidad e incluso por Bizum. 

En la web se puede donar de manera online indicando la cantidad: 10, 20 y 25 euros son los tres packs básicos. La institución recuerda que el donante puede beneficiarte de incentivos fiscales. Esto se traduce en un aumento de la desgravación: por ejemplo, si realiza un donativo de hasta 150 euros, podrá desgravarse hasta el 75% en su próxima declaración de la renta.

"El pasado fin de semana realizamos la Operación Kilo en los supermercados y un hombre en el Mercadora de la avenida Tío Pepe de Jerez nos donó 1.000 euros. Fue increíble", recuerda la presidenta de la entidad. Aunque dicha donación fue extraordinaria, Gomis subraya que "hasta un sólo euro nos sirve para comprar leche. Cualquier donación es buena y suma". 

Empleo y formación

La presidenta del Banco de Alimentos de la provincia también pone en valor el área de Inserción Socio-Laboral, dirigida a la mejora de la empleabilidad de las personas usuarias de las OARs, transformando así la filosofía asistencialista por otra donde los propios beneficiarios sean agentes activos en su camino hacia la inclusión social. 

Las acciones llevadas a cabo desde el programa son de dos tipos. Por un lado se realizan formaciones cortas (formación de manipulación de alimentos, carnet de carretilla elevadora…) que complementen el bagaje profesional de los participantes dándoles un plus de competitividad en el mercado laboral. 

Y por otro lado, a partir de la prospección de empresas y en colaboración con las mismas, se diseñan formaciones específicas con prácticas profesionales. El objetivo es muy simple: "Tratamos de ajustarnos lo máximo posible a las necesidades de Recursos Humanos de las empresas de manera que el alumnado tenga posibilidades reales de inserción, un índice superior al 40% en 2019 así lo confirma".

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