Ganemos Jerez denunció ayer que varios árboles han sido talados y podados en los alrededores del Campus sin justificación aparente y aseguran que este es el "segundo arboricidio que sufre Jerez este año".

Recuerda que el pasado mes de marzo, Ecologistas y varias asociaciones de vecinos denunciaron una injustificada y desproporcionada tala de árboles en la Avenida de Arcos, en la Avenida de Álvarez Beigbeder y los alrededores de las rotondas de Sebastián Rodríguez y Biarritz. "Ahora, en pleno octubre, se vuelven a repetir unas prácticas que parece no tener fundamento técnico, esta vez en la zona de Princi Jerez.

Han sido de nuevo los vecinos los que han alertado de la situación, por lo que Ganemos Jerez afirma que se puso en contacto con el delegado de Medio Ambiente, José Antonio Díaz. "Estamos a la espera de que presente públicamente la documentación que justifica las talas y las podas, si realmente existen dichos informes". Desde Ganemos agregan que "si realmente, como esgrime el delegado, se trata de un asunto de accesibilidad, le recordamos que la accesibilidad puede ser perfectamente compatible con el respeto al medio ambiente. La disyuntiva es falsa y confrontar esas ideas perverso. Cada llamada telefónica que recibe José Antonio Díaz con una queja por un árbol que molesta a alguien no puede convertirse en un árbol talado".

La formación sospecha que se han vuelto a talar y podar los árboles sin un estudio técnico riguroso al respecto. "Se nos están quedando zonas despobladas de masa arbórea y, por tanto, una ciudad menos amable para los peatones", señaló el concejal Manuel Fernández, que estuvo en Princi Jerez, comprobando la tala llevada a cabo.

Ganemos argumenta que los árboles urbanos pueden convertir las ciudades en entornos amables y aportar a las mismas beneficios reales. "Reducen los ruidos y el polvo, son excelentes filtros para contaminantes urbanos y partículas finas, crean en las calles pequeños ambientes vitales en los que se encuentran las aves y favorecen microclimas donde las temperaturas se suavizan. Los árboles aportan, además, un claro bienestar estético y psíquico.