EL domingo 8 de abril de 1984 aterrizaba en los quioscos el primer número del primer año de Diario de Jerez, al precio de 40 pesetas. En su portada, el Diario recogía un editorial que era toda una declaración de intenciones que hoy día sigue teniendo vigencia con el añadido que confiere la solera de cuarenta años de trayectoria.

Así rezaba la exposición de propósitos y objetivos del periódico, voluntad y determinación que se han ido cimentando y afianzando con el tiempo hasta hoy:

Independiente, informativo, jerezano son nuestros tres empeños fundamentales y los que esperamos cumplir desde estas páginas de Diario de Jerez que hoy vuelve a nacer con un espíritu acorde a los tiempos actuales, aunque permaneciendo fieles a las aspiraciones con que en 1847 se creó este periódico.

Somos independientes porque nacemos como una empresa privada, sin relación alguna con grupos de presión, partidos políticos y otras organizaciones interesadas en influir en la opinión pública desde los medios de comunicación. Nuestra independencia económica, como empresa, y la profesional e ideológica de nuestros redactores nos permiten informar con absoluta libertad.

Somos un periódico informativo porque nuestro objetivo es contar la actualidad tal y como se produce, contrastando las distintas opiniones y versiones que sobre los hechos existan, sin que la claridad de las noticias quede empañada por favoritismos o intereses. Escribiremos sobre lo que a los ciudadanos de Jerez y su Marco les importa y les preocupa, como una plataforma pública a la que puedan aportar sus propias sugerencias y opiniones.

"A lo largo de estas cuatro décadas, el Diario ha ido evolucionando al tiempo que lo ha hecho la ciudad"

Somos un diario jerezano porque nuestro mayor esfuerzo informativo se centrará en Jerez y su Marco, al que dedicaremos el espacio que sea necesario con un tratamiento siempre preferente. Aunque nuevo, nuestro periódico enlaza con la más añeja tradición de prensa jerezana y no será ajeno al espíritu de una ciudad que cuenta con una rica historia y con una inmensa proyección en todo el mundo. El importante volumen informativo de Jerez y su área de influencia y sus dimensiones humanas y económicas obligan a la existencia, por encima de todo, de un medio de difusión fundamentalmente jerezano que participe de forma activa en la vida de la ciudad.

Para alcanzar estos tres objetivos se ha reunido un grupo de profesionales del periodismo avalados por su propia especialización y por sus experiencias en otros medios. Ellos, impulsados por la iniciativa privada que ha permitido crear esta empresa periodística y ayudados por los más modernos y sofisticados sistemas de confección de prensa que existen hoy, serán los encargados de que todos los días de la semana lleguen a las manos de nuestros lectores un diario serio, completo, que explique las noticias y que evolucione al mismo ritmo que la ciudad y su comarca.

El domingo 8 de abril de 1984 el entonces abad de la Catedral, José Luis Repetto Betes, confirmaba que las obras ya realizadas en su interior y las de consolidación de la torre no iban a ser un impedimento para que las cofradías pudiesen entrar en la Catedral. A una semana del Domingo de Ramos, la noticia cofradiera merecía dedicarle un lugar destacado, con foto incluida, en aquella primera página del primer número. A ella le acompañaban un “supuesto espionaje municipal” denunciado por el grupo municipal popular, la cumbre mantenida en Madrid por los líderes socialistas Felipe González, Willy Brandt y Bruno Kreisky, y un avance del cartel taurino de la Feria del Caballo, con Rafael de Paula, Emilio Muñoz y Paco Ojeda como protagonistas de la corrida concurso.

Diario de Jerez llegaba para quedarse en una ciudad con menos de 180.000 habitantes, más de 13.000 parados y un omnipresente Pedro Pacheco como alcalde, que ya había empezado a diseñar la ciudad a su gusto.

La cabecera de Diario de Jerez, que se editó por primera vez en 1847 y desapareció en 1936 tras el incendio de sus instalaciones, renacía hace 40 años como un periódico moderno en un momento en el que la ciudad iba a quedarse sin periódico local, con el cierre de La Voz del Sur. De hecho, Jerez llegó a estar una semana sin prensa local.

Los editores del histórico Diario de Cádiz, los hermanos Federico y José Joly Höhr, hicieron una importante apuesta por el nuevo rotativo, que ponen en manos de Manuel de la Peña, el primer director de Diario de Jerez y responsable hasta entonces de la delegación de Jerez y el Marco de Diario de Cádiz.

Con Ildefonso Marqués, jefe de publicidad de Diario de Cádiz, poniendo los cimientos de este área en la nueva cabecera, el arranque de Diario de Jerez reunió a un grupo de jóvenes periodistas que iban a revolucionar lo que hasta entonces había sido la información local. Juan Carlos Jiménez Laz, José Ángel Bermejo, José Lodeiro, Tily Santiago, Manuel Muñoz Fossati, Juan Pedro Simo y Francisco José Aguilar afrontaban el ilusionante reto con Manuel de la Peña al timón y las colaboraciones de Manuel Liaño, Antonio Arias, Juan de la Plata y la firma de Pedro Carabante ‘Peri’, que con su viñeta desde el primer día hasta hace poco ha sido otro de los signos de identidad del periódico, aportando un toque de humor particular y muy jerezano.

Portada del primer número de Diario de Jerez, de la primera portada en color y del suplemento de los Juegos Ecuestres Mundiales de 2002.

Con esta fuerte apuesta editorial comenzaba además la expansión de lo que hoy es el Grupo Joly, con diez cabeceras en Andalucía y presencia en todas las provincias, con José Joly como presidente del grupo andaluz de referencia.

Desde la Rotonda de los Casinos, a pie de la calle Larga, donde en estos 40 años ha estado la redacción y el corazón del periódico, Diario de Jerez fue desde sus comienzos un periódico moderno, el primero íntegramente informatizado de toda España.

Independiente, informativo y jerezano, el Diario ha seguido día a día y paso a paso el desarrollo y la evolución de la ciudad a lo largo de estos 40 años, con atención muy especial a valores como la Educación –su suplemento (que continúa publicándose los segundos martes de cada mes durante el curso lectivo coordinado por Domingo Martínez) obtuvo la Medalla al Mérito en la Educación en 2006– o la cultura, con una sala de arte –‘ArteaDiario’– abierta durante todo el año desde 2007 bajo la tutela, dirección y coordinación de Bernardo Palomo.

Y al igual que la ciudad, Diario de Jerez ha sufrido una evolución natural a lo largo de estos 40 años de trayectoria, cambios que han ido aparejados a las innovaciones tecnológicas, sociales y de todo tipo que se han producido. Se ha transformado a medida que la ciudad también lo hacía, modernizándose al tiempo que lo hacía Jerez y la sociedad.

Así, al periódico en blanco y negro de aquellos primeros años fue llegando poco a poco el color. Al principio, en 1994, en muy pequeñas dosis hasta que la tecnología permitió que el color se generalizara. De igual forma, el diseño también se modernizó acorde a los tiempos para llevar a los quioscos un periódico más visual y atractivo, en el que adquiría más protagonismo la fotografía.

Entrado el nuevo milenio, Diario de Jerez sigue adaptándose una vez más a los tiempos y a los nuevos canales de comunicación e inicia su incursión en el mundo digital. Ha sido una transformación progresiva que culminó con la convivencia de los dos formatos, el digital y el papel y la presencia en las redes sociales. Un periódico que funciona las 24 horas al servicio de los lectores, ofreciendo con inmediatez todo lo que sucede en la ciudad en particular y en Andalucía, España y el mundo en general.

Portada del Diario de Jerez digital, la forma más rápida de acceder a la actualidad de la ciudad.

Las nuevas tecnologías permiten que ahora Diario de Jerez vaya a buscar a los lectores ofreciendo un abanico de contenidos para todos los gustos, una oferta que abarca información de primera mano, noticias de actualidad, reportajes, entrevistas, opinión de firmas contrastadas, imágenes y vídeos de actualidad siempre teniendo en cuenta que, al margen de avances tecnológicos y los nuevos canales por los que la información llega al lector, el periodismo simplemente sigue estando hecho de buenas historias bien contadas.