Patrulleros, UPR, brigadas secretas, Policía Local, Bomberos y personal de la empresa de limpieza formaron parte anoche jueves de un amplio dispositivo ante una nueva oleada de incendios contenedores.

Tras dos primeros fuegos intencionados en torno a las cuatro de la tarde en la avenida de Arcos y Caballero Bonald, los vecinos dieron la voz de alarma en La Granja. Allí, en la calle Joan Miró, algunos residentes pudieron observar a un hombre que se bajó de un coche, prendió fuego a uno de los contenedores y se dio a la fuga en una vehículo en el que le esperaba el conductor.

Tras acudir los bomberos al lugar de los hechos minutos antes de las nueve de la noche, los testigos contaron a los agentes lo que habían visto y comenzó un amplio despliegue policial por la zona de La Granja y Chapín. 

Agentes de Policía Nacional durante uno de los controles en la calle Huelva, en La Granja. /FOTO: MANUEL ARANDA

A pesar de los controles que se estaban realizando, en la que los agentes pidieron incluso identificarse a algunos conductores, antes de la medianoche se sucedieron otros tres incendios de contenedores más.

Uno de ellos tuvo lugar sobre las once de la noche en la avenida Fernando Portillo de La Granja, frente a la gasolinera. Otro se registró en la plaza Grazalema de la misma barriada y un tercer fuego se localizó en la zona Chapín, en los alrededores de la plaza de toros portátil.

Por todo ello, desde la asociación vecinal Chapín Norte hicieron anoche un nuevo llamamiento a través de redes sociales para que los vecinos de las zonas más afectadas eviten aparcar junto a los contenedores.

Hay que recordar que el delegado de Seguridad Ciudadana, Rubén Pérez, ya pidió a principios de semana que "dejemos trabajar a la Policía Local y Nacional porque son muy eficaces y, como ha pasado en otras oleadas de este tipo, se encuentra al culpable". Además, envió un mensaje claro: "Pueden cometer vandalismo pero se cogen y se paga".