Los Las centrales sindicales CGT Andalucía y USO han denunciado la “situación extrema” de salud que a su juicio se registra en un ‘call center’ de Jerez, ubicado en el Parque Empresarial, en el que trabajan “más de 1.500 personas hacinadas”.

Cabe destacar que estos trabajadores proceden de numerosas localidades de la provincia, especialmente de Jerez, de la Bahía y de la Costa Noroeste.

En una nota de prensa, el sindicato denuncia “las pésimas condiciones de higiene y salubridad” en la empresa Majorel, “que expone a riesgo grave a su plantilla por dejación en materia de Seguridad y Salud”.

Según informa la agencia EFE, la organización lamenta que ante la pandemia por el Covid-19 la empresa se haya “limitado” a implementar medidas de contención tales como “la apertura de puertas y colocación de carteles, obviando medidas higiénicas como la dotación de geles o el aumento del servicio de limpieza”.

Estas iniciativas son “insuficientes y ridículas” para CGT, provocando “una situación de indefensión en la plantilla y en sus familias al exponerlas negligentemente al contagioso virus”.

El sindicato ha remitido varios escritos a la empresa “desde el 20 de febrero” precisamente “para prevenir la amenaza” que ya entonces representaba el coronavirus, “recibiendo siempre la callada e inacción por respuesta”.

Según CGT, en el centro de trabajo de Majorel en Jerez trabajan más de 1.500 personas “en condiciones literalmente de hacinamiento con una separación de menos de un metro entre ellas”.

Además, “utilizan cascos, micrófonos y teclados comunitarios” y la empresa “no ha facilitado medidas de protección individual, no se dota de gel a los baños para el aconsejable lavado de manos ni se ha incrementado el servicio de limpieza para minimizar los riesgos”.

Ante esa situación de “total abandono higiénico sanitario por parte de la empresa” a la plantilla, CGT va a dar “los pasos legales necesarios para paralizar el servicio por riesgo grave e inminente” conforme a lo dispuesto en la Ley de Prevención de Riesgos laborales, “salvaguardando el derecho al percibo de los salarios de la plantilla”.

Entre las quejas de los trabajadores se encontraba el estado nada higiénico de los baños, donde la limpieza brillaba por su ausencia.