Los dos pasos de cebra de la plaza Esteve, tanto el que se ubica al principio de la calle como el que cruza desde el Gallo Azul, amanecieron ayer cubiertos por una lengua de alquitrán. El Ayuntamiento asegura que da respuesta así "a una fuerte demanda" de ciudadanos y asociaciones de vecinos que se quejaban "del mal estado de la calzada, lo que provocaba que la zona fuera intransitable, así como continuas caídas". El teniente de alcaldesa de Sostenibilidad, Participación y Movilidad, José Antonio Díaz, apuntó ayer a este Diario que la intervención "es una medida provisional antes de que comiencen las obras de peatonalización de la plaza de Las Angustias en 2018, para las que se destinarán 600.000 euros en reducir la contaminación acústica con, por ejemplo, la mejora de la banda de rodadura". "Han sido -añade- innumerables las caídas de personas, además de la imposibilidad de transitar por la zona, especialmente los carritos y los mayores, por lo deteriorada que se encontraba. De hecho, una persona mayor se rompió la cadera hace un mes en esta zona". Díaz asegura que en esta medida "prima la seguridad antes que la estética. Hemos pensado en los ciudadanos y atendido sus demandas". Desde el Ayuntamiento apuntan que con la futura reordenación, el adoquinado ocupará sólo una parte de la calzada, como luce la gaditana alameda Apodaca.

Para el presidente de la federación vecinal 'Solidaridad', Sebastián Peña, la intervención es "lo más feo y hortera que se puede hacer en la ciudad. Que en pleno centro, delante del Gallo Azul, se haya hecho esto, pues no queda muy bien". A pesar de las quejas, entienden que se ha satisfecho la demanda vecinal "aunque un poco a prisa y corriendo y con un parche". Peña alerta también de que las caídas que se producen en la zona, "además de por que se encontraba la calzada en muy mal estado, es porque las personas, sobre todo las mayores, cruzan la calle con el semáforo en verde y corriendo".