Este jueves, a partir de las 11 de la mañana, se procederá en las instalaciones de la Real Escuela al descubrimiento de un azulejo conmemorativo mediante el cual se dará el nombre de Álvaro Domecq al picadero de la institución. Según ha podido saber este medio está previsto que el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, presida el acto.

El azulejo en cuestión, elaborado en colores azul y blanco, es obra como otros tantos de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre de Pepita Lena, artista portuense a la que se confían estos trabajos artesanales.

Una vez que se descubra el azulejo tendrá lugar en torno a las 12 horas del mediodía una gala de carácter privado para la que se han cursado 400 invitaciones.

Este acto estaba previsto que tuviera lugar el mes de abril del año pasado, con motivo de los 80 años del jinete y ganadero Álvaro Domecq, si bien el estallido de la pandemia y el posterior confinamiento domiciliario lo hicieron imposible. En la actualidad, Álvaro Domecq (de quien nace la esencia de la institución a través de su espectáculo 'Cómo bailan los caballos andaluces') es en la actualidad miembro del Patronato de la Fundación de la Real Escuela.

El acto, al que sólo se podrá asistir por invitación, por invitación, consistirá en una antología de los espectáculos que a lo largo de los años ha llevado la institución por todo el mundo, subdividiéndose en un compendio de números de doma vaquera, doma clásica y enganches.

Álvaro Domecq Romero, que suma 81 años, fue el máximo impulsor de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre (REAAE), fundación dependiente de la Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local de la Junta de Andalucía. Tras su vuelta a la Real Escuela como patrono de honor esta dedicatoria se le brinda “como muestra de todo el cariño, admiración y respeto que se le profesa”.

Según destacó en su momento el director gerente, Jorge Ramos, coincidiendo con su cumpleaños hizo en abril un año, “hemos aprobado que el espectacular picadero de la Real Escuela lleve el nombre de Álvaro Domecq y es el regalo que queremos ofrecerle en un día tan especial, como muestra de gratitud hacia una persona excepcional, que ha dado tanto al mundo del caballo, a Jerez y, sobre todo a la Real Escuela, dejando un legado difícilmente igualable y del que afortunadamente seguimos aprendiendo cada día con su ejemplo y dedicación”.