"Recomendados", por José García Oliva
¡Hagamos la maleta!
De J. C. Girbés. Il. De Silvia Ortega. Col. Aprende sobre... Algar Editorial. Alzira. 2011.
Dentro de la serie de “Libros de cartón”, en los que encontramos los libros sobre animales y los de los miembros de la familia, Algar presenta ahora un grupo de cuatro libros con los que aprender sobre los hábitos diarios, los números, las formas y, en concreto este, sobre los libros y la lectura. Están centrados alrededor de un niño y una niña un poco mayor que él, que son hermanos y que se llevan tan bien que pueden descubrir, jugar y aprender.
En esta ocasión, los niños juegan a viajar a lugares especiales aun estando en lugares comunes, por ejemplo al desierto cuando están en la playa, a la selva cuando están en el parque o a un país exótico cuando van al restaurante chino con los padres. Y cuando no pueden salir, si llueve o es de noche, pueden seguir viajando leyendo libros. Aquí se rodean, a modo de metáfora visual y mientras leen en la cama, de los más entrañables personajes de los cuentos infantiles como invitados al viaje lector.
Si bien las situaciones no son especialmente originales, los dibujos de Silvia Ortega están llenos de vitalidad, de optimismo, de buena química entre los niños y el espacio que les rodea. Con dominio de las redondeces y los tonos pasteles, los personajes transmiten perfectamente las emociones de sus juegos y encuentran en el lector un cómplice al que invitan y que se verá gratamente atraído por ellos.
Sencillos libros que son a la vez una apuesta interesante, siempre pensando en los más pequeños, porque el poco texto (una frase de no más de cinco palabras por cada doble página) en mayúsculas y palotes hacen que la lectura sea un regalo y no un esfuerzo. Además, existe una versión de los mismos en inglés.
Plutón sale de paseo
De Comotto texto e ilustraciones. Col. Trampantojo. Thule Ediciones. Barcelona. 2011
En el mundo de Agustín Comotto puede pasar de todo, y por muy disparatado que parezca siempre termina haciéndonoslo creer. Pero no solo los sucesos, sino también los personajes y las historias. Ya en otros libros nos ha llamado la atención sobre aspectos como la guerra o la ecología, nos ha denunciado personajes que se hacen tan materialistas que se transforman (al menos sus cabezas) en tornillos, nos ha sugerido el humor continuamente con divertidas imágenes visuales.
Aquí, con Plutón, hay un poco de todo eso. Porque el amo del perro Plutón, es un oficinista muy entregado a su trabajo, demasiado, tanto que no se da cuenta siquiera de que su perro es aerostático y lo lleva y lo trae de la oficina volando. Pareciera que ese hombre dedicado a una sola tarea: trabajar, se estuviera perdiendo mucho de la vida (incluso a la vecina del piso de arriba de la oficina). El que tenga que sacar al perro a pasear, podría ser su oportunidad para incorporar algo de fantasía, de diversión a su vida, pero tampoco. Así que Plutón se las tiene que arreglar para su pipí y su caca, allí cuando puede.
Con una ternura muy especial marcada en las redondeces de los personajes y un uso del color que va marcando las diferentes horas del día, nos encontramos ante un libro singular que parece no tener más objetivo que entretener pero que establece una complicidad afectiva con el lector que se termina transformando en algo así como un peluche, y que despertará la necesidad de atender un poco más lo que nos rodea (especialmente a quien nos rodea) y saber colocar cada tarea en su momento.
La noche del Marramiáu
De Xan López Domínguez texto e ilustraciones. Álbum. Editorial Edelvives. Zaragoza. 2011.
Este completísimo dibujante ha ilustrado muchos libros de otros autores, en muchos casos libros de colecciones de bolsillo, por lo que se encorsetan sus personajes en el poco espacio del que dispone. Cuando la obra es propia y la editorial generosa, el autor puede desplegar todos sus espacios y llenarlos de personajes, movimientos, color… o simplemente silencios y quietud.
Y esto es lo que pasa con “La noche del Marramiáu” en el que nos situamos en una ciudad llena de gatos que saltan y hacen ruidos, hasta que uno de ellos es hechizado por una bruja y se convierte en ratón. La acción pasa entonces a nuevos espacios, subterráneos, esta vez llenos de ratones con más color y más calma. Allí nuestro protagonista encontrará el amor hasta que el hechizo se rompe y vuelve a ser gato, con una tremenda añoranza de su amor perdido. Cuando vuelve a conocer el amor, de nuevo se transforma en ratón pero esta vez, al estar junto a la gata amada, esta se lo come al momento: hay amores que matan.
Bellísima metáfora del amor entre individuos de distinto “estrato” y condición que aparece como un cuento más de gatos y ratones, salpicado de ritmo, ternura, humor y con un puntito irónico.
Ganador de numerosos e importantes premios y candidato al Andersen en 2010, Xan L. Domínguez es un ilustrador cuya obra tiene una importante repercusión internacional. Un estilo perfectamente reconocible, con sus trazos de plumilla que valen como sombras, como volúmenes o como refuerzo a una cinética y un dinamismo que parece atrapar una escena en puro movimiento: “Creo que mi estilo es una constante búsqueda de fuerza expresiva que puede tener una imagen en un segundo, así mis niños saltan, los cuervos vuelan como locos, las gallinas corren, corren y corren…nada está quieto, un zarzal aparece por un lado, y un ratón se mete en escena sin ser invitado”.
Aquí hay reseñas sobre su vida y obra, aunque no está actualizada la bibliografía.
También te puede interesar
Lo último